dilluns, 16 d’agost del 2010

Lacan: profesores y alumnos en la década de los setenta.


Algunos tuvieron el privilegio de poder asistir a las clases de Jacques M.Lacan, y pudieron no sólo escuchar a uno de los teóricos más importantes del mundo contemporáneo, médico psiquiatra y psicoanalista francés, que incorpora la lingüística estructural a las teorías de Freud y cuyas ideas han repercutido extraordinariamente en el tratamiento de lo imaginario y lo simbólico de la imagen fílmica, que es lo que nos interesa a nosotr@s , aunque incurramos en el riesgo de un reduccionismo peligroso. Pero si hoy lo traemos a colación es porque nos apetece que muchos vean la tolerancia de un hombre en el boicot de una de sus intervenciones magistrales. Magistral discurso y magistral respuesta. ¿Seríamos capaces de reaccionar con la misma elegancia y educar a nuestros alumnos mostrándoles tan buenos modales?

Los presentes aplauden al profesor, que soporta estoicamente la perorata de un joven alumno que se expresa con mucha torpeza. Él le deja que se explaye, lo que es la mejor enseñanza que nuestros alumnos pueden recibir. El joven es sacado de la sala cuando, a falta de argumentos se excede mucho y pasa a la agresión física. El profesor lo ha derrotado con el verbo y la paciencia, pero él ha acatado la orden de abandonar el espacio de discusión. Estas son las reglas, no las que hoy imperan.



Fijaos que en aquellos tiempos los intelectuales (Hannah Arendt, Jacques Marie Lacan...) fumaban en actos público, en clases, entrevistas...

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