dilluns, 23 d’agost del 2010

Kerry Conran. Sky captain y el mundo del mañana

Sky Captain y el mundo del mañana es una distopía catastrofista, en este caso retrofuturista, ubicada en el Tercer Reich de Hitler, que alimenta todo el mundo imaginario en torno al mito de la ciencia , como un deux ex machina, y al científico maligno de turno, en este caso el Doctor Totenkopf, que ha generado un sistema para destruir la humanidad y poblar el mundo con seres perfectos (pura ideología nazi). Los americanos, como hemos dicho repetidamente, son un pueblo capaz de imaginar la destrucción, empezando por los lugares más emblemáticos de su cultura; el desastre comienza en Manhattan, cuando aparecen en el cielo zeppelins que sobrevuelan el Empire State y el Chrisler Building. La película fue realizada en 2004, cuando las torres gemelas (World Trade Center) ya no existían en el skayline americano real, a causa del atentado de 2001, y todavía no se habían erigido en el momento de la ficción (fueron construidas en 1960 según el proyecto de Minoru Yamasaki ). La aparición de los dirigibles coincide con la noticia de la preocupante desaparición de científicos alemanes. Esta es la razón por la que sus protagonistas serán una periodista de un diario de la metrópoli y un capitan de aviación. Hay que tener en cuenta que las grandes conflagraciones mundiales no se han producido nunca en suelo americano, sino en lugares lejanos. Los imperios siempre han buscado alejar las tragedias de la vista de sus súbditos; Pompeyo, en la República romana, se trasladó a tierra asiática, para que la guerra civil no tuviera lugar en la propia Roma.

Lo que hace el film más estimable es que es el primero que se ha rodado contra un croma verde y creado todos los decorados y máquinas por ordenador, e incluso, persiguiendo el sueño de Frankenstein e intentando alcanzarlo, convierte a Lawrence Olivier, muerto en 1989, en el doctor Totenkopf, que aparece en imágenes que recuerdan al Doctor Mabuse, o a los hologramas de la Guerra de las Galaxias. El futuro ya estaba en 2004, pero parece que no ha tenido mucho recorrido: es posible revivir actores fallecidos y hacerles jugar nuevos papeles en el cine. El productor Jon Avnet apreció la idea y la adquirió para la Paramunt, grabando toda la cinta en un enorme estudio de sonido de Londres.

Otro valor de la cinta, es que, aunque las mujeres están dotadas de sermiradaidad, juegan un papel activo de primer orden, se involucran en aventuras peligrosas y dirigen ejércitos estelares, arriesgando sus vidas. Polly, reportera del Chronice, mediante un periodismo arriesgado y de investigación, descubre parte del entramado y se juega la vida, como cualquier periodista de guerra, fotografiando el ejército disciplinado de robots; encontrará a su ex-amante, el Capitán Sky y juntos intentarán detener al perverso científico, para lo que contarán con la ayuda de Franky Cook (Angelina Jolie), comandante de un escuadrón anfibio femenino.

Fue un film muy valorado por los frikis del tebeo, el cómic y el pulp. Su estética cibernética es curiosa y atrayente y está envuelta en un clima que le acerca al cómic y el videojuego, muy parecido al de 300 de Esparta. Dicho todo esto, el resultado es muy ecléctico: partiendo del expresionismo alemán, el cine negro americano de la década de los cuarenta, pasa por todo el cine americano de ficción, con auténticos homenajes a Spielberg (Indiana Iones, con secuencias calcadas), George Lucas (La Guerra de las Galaxias), Verhoeven (RoboCop), y todos aquellos vanguardistas que hicieron posible la incorporación de las nuevas tecnologías a la consecución de un efecto diegético pleno y entero, y que todavía pagan caro hoy su atrevimiento entre los sectores más conservadores. Nosotras estamos a favor del progreso y de su regulación, para evitar un futuro sin creadores; la humanidad ya ha pasado por ésto, y los primeros tiempos de la revolución industrial fueron muy duros para los trabajadores, incluidos los niños, con jornadas que llegaban incluso a las dieciocho horas. Un buen testimonio de ésto fueron los relatos de Charles Dickens. Pero las luchas obreras fueron mejorando estas condiciones que, en algún caso, como en el de las mujeres, supuso una tragedia que produjo la muerte de 146 mujeres de la factoria Cotton de Nueva York, el 8 de marzo de 1908.

Se acepta el avance y nadie quiere estar contra el progreso, pero se demoniza al inventor, y la inercia dura tiempo. George Lucas fue el primero en ver a la máquina como amiga, y sus robots son amables y humanos, tienen miedo y sienten alegrías. C3Po se mueve como un cortés mayordomo inglés, en un mundo futurista y utópico, no distópico, ni gris, ni en ruinas, en el que los demócratas rebeldes acaban ganando la partida a la pesada máquina del totalitarismo. Su actitud es similar a los filósofos que en los primeros momentos de la revolución industrial se enfrentaron dialécticamente a los ludistas, que destruían las máquinas por considerarlas sus enemigas. El tiempo les dio la razón. Ahora estamos en la misma tesitura, y el problema no son los adelantos tecnológicos, que pueden mejorar y mucho la vida de la humanidad, sino, como siempre, la avaricia del hombre.

El film está muy bien y supone otro granito de arena para introducir en el imaginario colectivo un nuevo tipo de mujer, arriesgada, inteligente y activa, fuera del mundo de la cocina y las escobas. Por lo demás, sin intentar devaluar sus méritos, es una película catastrofista más, que no llega a igualar los niveles de análisis de la sociedad que genera estos monstruos, como Robocop, 12 monos o 1997: rescate de New York, entre otras. Fritz Lang renace de nuevo de sus cenizas, como el ave Fenix.

Como en muchos productos cinematográficos, se juega a ganar con la incorporación en el reparto de Angelina Jolie, que comparte cartel con Jude Law y Guyneth Paltrow, pero que hace un papel muy, pero que muy , secundario. Parece que todos buscan la taquilla y el blockbuster, aunque no todos lo encuentran.

En el fim aparece también una mujer-cyborg, de estética gótica y aspecto misterioso, que lucha con una espada que recuerda la espada láser de la Guerra de las Galaxias, pero que sólo ilumina su punta. Como sabes el cyborg es una mezcla de robot, mecánico por dentro y con una envoltura orgánica, que lo hace aparecer como un humano. Donna Haraway elaboró el Manifiesto Cyborg imaginando una creación fiel a las mujeres, que combata por ellas.




Propuestas didácticas:

Como habrás podido ver el género de ciencia-ficción es muy adecuado para crear la imagen de la nueva mujer del futuro, que poco o nada tendrá que ver con la de hoy o la del pasado más cercano. ¿Cómo te ves tú en el futuro ?

Sabes que en los últimos días las mujeres-policía han sufrido agresiones duras, y que un hombre de 76 años ha matado a una mujer-conductora en una discusión de tráfico. ¿Crees que todavía hay fuertes resistencias para que las mujeres salgan del ámbito privado del hogar?

Muchas mujeres trabajan fuera de casa, pero ¿crees que esto supone, en todo los casos, el abandono de las tareas domésticas?

Como ves tampoco le falta a la película su mujer-cyborg. ¿Por qué tantas mujeres de esta clase aparecen en las pantallas?

No pases por alto que el centro de la inteligencia contra el mundo occidental está en Asia ¿Por qué? Como ves mezcla muchas cosas, que distorsionan la verosimilitud del film. Desde 2004 Kerry Conran no ha hecho nada digno de mención.

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