dimecres, 30 de desembre del 2009

Un gran hombre presenta en sociedad a una gran mujer

Alejandro Amenabar (nacido en 1972)

Hypatia por Charles William Mitchell
(1854-1903)


Rachel Weisz, protagonista de Ágora.

Agora de Alejandro Amenabar

No puedo acabar el año 2009 sin hacer una breve referencia a dos personajes que son muy importantes en mi vida y formación. Cada cual tiene sus ídolos, el de Amenabar es Steven Spielberg, los míos ambos. Es muy dificil, si no eres un genio, emocionar a los legos con un descubrimiento matemático o astronómico; él lo hace.

Esta producción servirá, cuando se edite en DVD, de gran apoyo para todos aquellos profesores que durante años hemos venido informando a nuestros alumnos sobre esta sorprendente mujer, que se atrevió a hacer a mediados del siglo IV de nuestra era aquello que muchas mujeres no osan en pleno siglo XXI. No es necesario hablar mucho de ella, porque ahora todo el mundo es un erudito y conoce hasta los más intimos detalles de su vida. Amenabar ha tenido la virtud de hacer salir del armario a tanto sabio de cuya existencia nada sabíamos.

En cuanto a Alejandro Amenabar es un director en el que he creido desde el momento en que vi su primera película. Se dice de él que su éxito se debe a las grandes inversiones que se realizan en sus obras, pero no olvidemos producciones deplorables muy costosas, como "El perfume", "El Capitán Alatriste", "Mayo de sangre"... Todos podemos tener ideas más o menos felices, pero nadie le negará a nuestro joven director un puesto entre los grandes directores del mundo. No olvidemos que todas sus producciones o bien han sido financiadas desde la meca del cine, EE.UU., o se han hecho remakes de ellas. Con su talento puede experimentar cualquier género; estamos a la expectativa...

Pero ahora le agradecemos que, al mirar hacia la astronomía, haya puestos sus ojos en Hypatia, hija de un notable matemático al que muy pronto superó en conocimiento, convirtiéndose en la "maestra" (tremenda palabra) de un selecto grupo de estudiosos que hicieron de Alejandría uno de los centros de investigación más conocidos de la antigüedad. También le debemos el impulso cultural que ha provocado su película, efecto colateral, ya que con su iniciativa se han la publicado gran cantidad de libros en pro o en contra de esta mujer. No se puede negar que es un esfuerzo intelectual.

Según Pedro Galvez, hijo de un matemático que desde niño le inculcó la admiración por Hypatia, el fanatismo de los cristianos cercenó su vida y destruyó el templo del saber pagano: el museo y la biblioteca. Ella fue violada, torturada y despedazda, por un grupo de fanáticos, seguidores de Cirilo, patriarca de la ciudad. Este movimiento parecía tener un sentimiento nacionalista de los oriundos de Egipto frente a las élites culturales griegas y judías.

Cuando podamos utilizar la moviola haremos un estudio más detallado, pero por ahora lo único que podemos hacer es agradecer a Amenabar el haber difundido por todo el mundo el conocimiento de esta mujer, arrinconada hasta ahora en cículos muy restringidos.



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