Un colectivo de productores, guionistas y actores, como Fatih Akin, Mira Nair, Natalie Portman, Scarlett Johansson, han llevado a la pantalla una obra común, con desigual fortuna ante la crítica, que pasa ligeramente el pincel sobre seres anónimos de la ciudad más emblemática del mundo, en la que uno se siente "asesinado por el cielo", como dijo Lorca. Uno de los personajes afirma con tristeza que es la ciudad en la que todo es posible... cuando llegas .New York, I love you, con una imagen e iluminación muy parecida a la de Wong Kar Wai, uso y abuso de primerísimos planos de los personajes, colores muy saturados y luces indirectas, nos muestra una megalópolis, en la que todos son seres anónimos, pero en la que, a la postre, los conflictos humanos son como en todas partes, universales. Centra su mirada en la pareja, en la que hay tantas situaciones como directores y protagonistas: judios ortodoxos, que obligan a sus mujeres a raparse la cabeza y usar el pelo de otras; indios cuyas mujeres los han abandonado porque han descubierto que el matrimonio es pecado; listillos que intentan ligarse a prostitutas; viejos enamorados de niñas asiáticas; profesores y alumnas; desamor en el matrimonio; pareja de novios desilusionada; matrimonio de ancianos que se necesitan...
En resumen, un barrido de imágenes, de historias y personajes, sin pofundizar en nada, representando arquetipos que todos reconocemos de inmediato; un buen rato de caras guapas y famosas, y alguna situación excesivamente grotesca: anécdota de la actriz de método en silla de ruedas, suicidio del hijo del gerente del hotel...
Esto prueba lo difícil que es sustituir la política de autor por cualquier otra alternativa; hasta ahora se ha enfrentado el cine de autor y el de género, que ha dado obras extraordinarias, pues detrás del género también hay un autor. A la gente le gusta reconocer un Picasso, un Velázquez, un Herzog, un Tarkovski , un Lucas o un Spielberg, y siempre se genera la expectación acerca de sus nuevas producciones, su leitmotif, los cambios que ha experimentado con el paso del tiempo. El DVD de Teniente corrupto nos advierte que Herzog vuelve 18 años después...
El cine es además espectáculo; te obliga a salir de casa, dejar el sofá, ir a la calle, ver gente y compartir sueños en una sala. Hoy parece que ese mundo se tambalea, y se buscan nuevos caminos, nuevas formas de expresión. Cuando asitíamos a las clases de Jenaro Talens, el ritual siempre era el mismo: primero se disfrutaba del film y luego se 'destripaba'. No hay cosa más agradable que ver la proyección del film elegido en una sala, con sonido THX (de George Lucas) y luego comprar tu DVD y analizarlo cómodamente en casa; la red te proporciona la información complementaria que precisas y los videos de promoción te sirven para ilustrar tus comentarios. De esta forma se cierra el ciclo.
Es posible que algún día se reunan las condiciones para poder llevar a cabo una política de autor en la red, que hoy no se dan, y no sólo por la distribución del producto. Creo que se ha probado todo y ahí están los resultados.
Alguno de estos autores tiene mucho que ofrecer, como Fatih Akin o Mira Nair, pero en este producto su trabajo ha quedado uniformizado, despersonalizado, indistinguible del de los demás; como les ha pasado a los otros.
En resumen, un barrido de imágenes, de historias y personajes, sin pofundizar en nada, representando arquetipos que todos reconocemos de inmediato; un buen rato de caras guapas y famosas, y alguna situación excesivamente grotesca: anécdota de la actriz de método en silla de ruedas, suicidio del hijo del gerente del hotel...
Esto prueba lo difícil que es sustituir la política de autor por cualquier otra alternativa; hasta ahora se ha enfrentado el cine de autor y el de género, que ha dado obras extraordinarias, pues detrás del género también hay un autor. A la gente le gusta reconocer un Picasso, un Velázquez, un Herzog, un Tarkovski , un Lucas o un Spielberg, y siempre se genera la expectación acerca de sus nuevas producciones, su leitmotif, los cambios que ha experimentado con el paso del tiempo. El DVD de Teniente corrupto nos advierte que Herzog vuelve 18 años después...
El cine es además espectáculo; te obliga a salir de casa, dejar el sofá, ir a la calle, ver gente y compartir sueños en una sala. Hoy parece que ese mundo se tambalea, y se buscan nuevos caminos, nuevas formas de expresión. Cuando asitíamos a las clases de Jenaro Talens, el ritual siempre era el mismo: primero se disfrutaba del film y luego se 'destripaba'. No hay cosa más agradable que ver la proyección del film elegido en una sala, con sonido THX (de George Lucas) y luego comprar tu DVD y analizarlo cómodamente en casa; la red te proporciona la información complementaria que precisas y los videos de promoción te sirven para ilustrar tus comentarios. De esta forma se cierra el ciclo.
Es posible que algún día se reunan las condiciones para poder llevar a cabo una política de autor en la red, que hoy no se dan, y no sólo por la distribución del producto. Creo que se ha probado todo y ahí están los resultados.
Alguno de estos autores tiene mucho que ofrecer, como Fatih Akin o Mira Nair, pero en este producto su trabajo ha quedado uniformizado, despersonalizado, indistinguible del de los demás; como les ha pasado a los otros.
Un detalle curioso es que da algún argumento favorable al tabaco, como que en esos breves momento en los que fumas en la calle, puedes hablar con un extraño y contarle cosas que sólo harías con una persona que no conoces mucho.
Propuestas didácticas:
Propuestas didácticas:
Compara este film con el de algún director que te guste.
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