Maite Sarrió Catalá afirma que el cocktel social que bebemos mientras crecemos basado en el Temor y no el Amores la base del modelo hegémónico seguido por la mayoría de forma inconsciente, lo que provoca que sigamos construyendo una realidad basada en el dominio y la sumisión, la desigualdad y la violencia, el sexismo, la discriminación y la segregación. Contribuimos desde nuestra ceguera psicológica, social y de género a la perpetuación de la violencia que la cultura y el sistema socioeconómico hegemónico mantienen desde los patrones patriarcales de dominio/sumisión, característicos del androcentrismo capitalista. Aprendemos a relacionarnos con el propio Yo y los otros/as en base al Miedo y no el Amor ( propio y hacia el mundo), lo que genera infelicidad, conflicto, violencia y destrucción.
Esta larga introducción, basada en un texto de Maite Sarrió, contextualiza el análisis del film realizado por Jeremy Leven y producido por Francis Ford Coppola,Don Juan de Marco .
Un pobre joven (interpretado por Jonny Deep), desempoderado por la pobreza, el desarraigo y la tragedia, que ha perdido a su padre, empleado de una tintorería, en un accidente de tráfico, se coloca un antifaz, una máscara, y se esconde detrás de la figura de Don Juan de Marco, una mezcla del burlador de Sevilla y de nombres italianos, que nace en México, zonas que identifica con el nacimiento del romanticismo, que interpreta a su manera. Desengañado y tras un contratiempo amoroso, decide suicidarse. Acude en su ayuda un psiquiatra a punto de jubilarse, Jack Minkler (Marlon Brando) que inicia un tratamiento sin uso de psicotrópicos, confiando en poder desenmascarar al joven, aunque en el trayecto es el joven quien le desenmascara a él, y le hace ver que su vida es insulsa y rutinaria, que la relación con sus compañeros se basa en la competencia, y que ha perdido la capacidad de amar a su prójimo.
El Jefe del equipo médico describe el mito griego del hijo que arrebata el poder al padre, y, cuando muere éste, al no poder soportar su vergüenza se coloca una máscara; pero esta descripción es irónica y conmina al doctor a pasar inmediatamente al tratamiento con medicamentos. Sólo cuando el joven se doblegue y reconozca en público y en voz alta la miseria de una vida vulgar y mediocre, basada en el temor, el miedo a la soledad y la muerte y la falta de recursos, la sociedad, representada por el juez, respirará tranquila y le dejará marchar. Pero algo ha cambiado en la vida del psiquiatra, que le acompaña a la Isla de Eros, y termina el film bailando con su mujer en una playa griega , intentando recuperar el tiempo perdido.
La existencia de un ser libre y soñador, que se evade de una realidad desempoderante , cuya visión no puede soportar, es peligrosa para la sociedad.
Daniel Sánchez Arévalo, director de Azul oscurso, casi negro, realiza una película que no entendemos muy bien.
Este film evidencia, que si bien nuestro país se ha colocado a la vanguardia de la defensa de los derechos civiles, no ha sido acompañado en su carrera por el arte de representación de las posiciones del otro, especialmente en el cine. Gordoses una película coral, en la que la vida de unos personajes variopintos se cruzan en el gabinete de un psicólogo, participando en terapias de grupo. No entiendo bien dónde quiere llegar con personajes pertenecientes a comunidades religiosas que acaban representando a ángeles, tras una muerte accidental; gays que se "curan" y que descubren que en realidad eran heterosexuales reprimidos, con crímenes incorporados; infidelidades de padres gordos, que transmiten genéticamente la obesidad a sus hijos; mujeres embarazadas que sufren tanto su deformación física que acaban produciendo la ruptura de la pareja...Todo ello adobado con música de Raphael.
Ni penetra en las consecuencias dramáticas del exceso de peso en una sociedad bajo la dictadura de la imagen, ni provoca, en clave cómica y de comedia, como lo hace Hairspray, una reacción en defensa de la propia imagen y la autoestima. No entiendo qué quiere transmitir, en un mundo poblado de caras conocidas, bien por su presencia televisiva en teleseries o por su colaboración en películas del mismo rango, con lo que se quiere garantizar un éxito de taquilla.
Gayle Rubin, en su obra El tráfico de mujeres: notas sobre la "economía política del sexo", analiza las causas que pudieron originar la opresión social de las mujeres, teniendo en cuenta que, bajo ciertas formas de relaciones sociales, pueden existir percepciones e interpretaciones distintas del otro, y que de hecho el tipo de relación social con la que coexistimos y coexistieron muchos de nuestros antepasados, es la que ha mantenido la desigualdad social que hasta ahora conocemos.
Trata de deconstruir un sistema de sexo/género, que justifica con las siguientes declaraciones: Pienso que el movimiento feminista tiene que soñar con algo más que la eliminación de la opresión de las mujeres; tiene que soñar con la supresión de las sexualidades y los roles sexuales obligatorios. El sueño más atractivoes el de una sociedad andrógina y singénero, (aunque no sin sexo ) en la que la anatomía sexual no tenga ninguna importancia para lo que es una persona, lo que hace y con quien hace el amor.
Luciana Macnamara realiza el retrato de esta antropóloga cultural y teórica influyente en políticas de sexo y género, y considerada por los sectores conservadores como una de las cien profesor@s más peligrosas de Estados Unidos, que se introdujo en sectores de cultura leather, y creo un club sadomasoquista lésbico, Samois. Su sistema sexo/género contempla un conjunto de disposiciones por las que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana y en la cual se satisfacen las necesidades humanas transformadas.
Ruy Guerra, que colaboró en la hazaña épica de Herzog, Aguirre o la cólera de Dios, en el papel de Pedro de Urzúa, realizó en 1962 un film Os cefajestes, cuyo travelling circular inspiró la escena final de la película del alemán.
Ruy Guerra, tras su paso por Europa, muy influenciado por la Nouvelle Vague, contribuyó al nacimiento del llamado Nuevo Cine Brasileño. La película, famosa por el cameo de Herzog, está practicamente perdida.
Es curioso como hombres con posibilidades potenciales deben apartarse de su camino y encauzarse por nuevas sendas.
¡Cuál crees que será el camino de los creadores en la era de internet ?
La canadiense Nicolaou realiza en 2004 un film fallidao y retorcido, en la que dos adolescentes secuestran a una mujer, Sarah, que aunque técnicamente no está mal resuelta, falla estrepitosamente en la representación de una historia y unos personajes nada verosímiles. Parte de una tautología: Hay dos tipos de personas, unas que secuestran y otras que precisan ser rescatadas.
Los adolescentes, especialmente la chica, menor de edad, son de una insensibilidad y crueldad indescriptible; él tiene antecedentes penales. La acción se produce en una cabaña, donde Sarah es atada, sin posibilidad de realizar sus necesidades biológicas con dignidad, hasta que en un momento determinado consigue escapar; sin explicación posible a la mañana siguiente reaparece en el lugar, donde los jóvenes se recuperan de un uso abusivo de drogas y alcohol, pero desde ese momento todo cambia y la situación va derivando hacia un dominio incomprensible de la situación por parte de la mujer madura, y se van revelando deseos y recuerdos (lesbianismo en las mujeres, accidentes de tráfico...) hasta que la llegada de un intruso acaba en tragedia, al ser asesinado por el chico, que no se sabe por qué tipo de impulsos se suicidará ahogándose en el lago. Sarah confiaba en su sensibilidad femenina para redimir a los dos chicos.
El resultado es lamentable, lleno de tópicos y de recursos fílmicos fallidos, como el uso de la cámara para constatar la realidad de los hechos representados. De forma rocambolesca la cabaña en la que se producen los hechos es propiedad de Sarah, no hay que preguntarse por qué. Da la impresión que el el film ha sido realizado por un enemigo del género femenino.
Esta película marca la diferencia entre la búsqueda de un modo de representación alternativo y digno y un panfleto incoherente y carente de sentido, en la que la chica ve en la mujer a su madre, muerta en accidente, pero también a la amante; la figura paterna, representante máximo de la sociedad patriarcal, s la causante del la desgracia, al conducir el coche siniestrado en estado de embriaguez. Ni tan siquiera puede englobarse en la corriente sucia de Despentes, agresiva pero eficiente. Aquí se mezcla el lujo (tarjetas de crédito, relojes Cartier, sedán...) con jóvenes demasiado asimilables a los que pueblan un centro educativo, que a pesar de la oscuridad de sus vidas, tienen una apariencia pija aunque travestida de vanguardismo, sin llegar al look siniestro. Todos guapísimos de la muerte. Huir.
Como se puede ver en el vídeo, el puritanismo norteamericano saca todas las cosas de quicio, como esta realizadora que crea unos chicos desorientados, pero buenos en el fondo, que por una serie de acontecimientos fortuitos acaban cometiendo un crimen ¿será por los pantalones caidos y el panuelo en la cabeza ? La pija (pero moderna y lesbiana) intenta salvarlos pero fracasa en su intención redentora. En la escena final regala su rfeloj Cartier a la joven adolescente. Ha sido un constante histórica el intento de los jóvenes de marcar diferencias generacionales con sus padres, que la mayoría de las veces se ha manifestado en la forma de vestir o peinarse; incluso el joven Julio César portaba el cinturón descolgado y con apariencia desaliñada ante la perplejidad de sus mayores.
Sacrificio fue la última película que realizó Andrei Tarkovski, rodada en Gotland, Suecia, (producida por el Instituto Sueco de Cinematografía ), con un equipo de especialistas muy prestigioso y estrechamente ligado a Bergman, como el cámara Niqvist, y el apoyo del autor sueco. Hoy se puede encontrar en el mercado una edición de lujo compuesta por un opusculo, en el que colaboran Ángel Sobreviela (Prólogo), Lars-Olof Löthwall (Diario de rodaje ) y Rafael Llano (Biografía y Sacrificio, el cine extremo de Tarkovsky ), y tres DVDs: la película Sacrificio (Offrret); making off, que es una obra en sí misma sobre la figura del director, incluyendo fragmentos de entrevistas anteriores, extractos de su libro, Esculpir en el tiempo y declaraciones de personas que le rodearon en su vida; Documental de Kerstin Eriksdotter dedicado a Sven Niqvist, director de fotografía y considerado uno de los grandes maestros de la luz; a Anna Asp encargada de la escenografía y a Erland Josephson, actor-protagonista de la obra.
Tarkovski sufrió enormemente por no poder reunirse con su familia, sufrimiento que se agravó al terminar el rodaje y serle detectado un cáncer de pulmón. Varias iniciativas privadas dieron lugar a diversos comités europeos, que recaudaron fondos para hacer frente al tratamiento médico, al tiempo que el Presidente de la República Francesa, a la sazón Francoiçe Mitterrand, hacía gestiones cerca del gobierno ruso, para que su hijo Andriushka pudiera reunirse con él. Andrei Andréevich recogió en nombre de su padre los Premios Especial del Jurado, el FIPRESCI y el Ecuménico en el Festival de Cannes de 1986. El autor moría el 29 de diciembre del mismo año.
Aunque las autoridades soviéticas propusieron a su viuda que los restos de Tarkovski fueran repatriados a Moscú se opuso, cumpliendo la última voluntad del realizador: No retornaré al país que nos ha hecho sufrir tanto a mí y a los míos. Está enterrado en el cementerio ortodoxo de Sainte-Geneviève-des-Bois, en las afueras de París. Los restos de su mujer, Larissa, descansan junto a él.
Desde el principio la muerte comenzó a rondar en la realización de una película que parecía maldita. En el guión inicial su protagonista, víctima de un cáncer, en estado avanzado, ante el temor a perder la vida, y aconsejado por un amigo , Otto el cartero, muy imbuido de ideas relacionadas con muertes, apariciones y otros hechos sobrenaturales, que acobardan y debilitan a quien le escucha, le aconseja acudir a casa de su sirvienta María, bruja de profesión, y unirse a ella, como único remedio para su salud. Esta decisión se sustancia en el film con una secuencia onírica, ya presente en otras películas como El espejo o Stalket, en la que los personajes flotan en el aire. Pero la muerte de su actor fetiche, Anatoli Solonintsyn, durante el rodaje de Nostalgia en Italia (1983), a causa del maldito mal, el abandono de su co-guionista, Arkadi Strugatski, por una enfermedad grave, y la aparición de una tos persistente, le hicieron abandonar la idea de referirse al cáncer en la película. Sustituyó el tormento individual por una enfermedad colectiva. Consiguió hacer su película sin ayuda de Mosfilm, pero el precio que pagó fue alto; no volver a ver jamas a su madre y a la tierra en que nació, creció y jugó . Sus lamentos se oyen ya en Nostalgia; en Sacrificio el protagonista culminará su ofrenda quemando su propia casa, el hogar de su familia y de su querido hijo.
Tarkovski comenzaba a desarrollar un pensamiento en defensa del hombre individual frente a la globalización, cuyas consecuencias, afortunadamente para él, no pudo ver; hoy, nosotros somos incapaces de determinar su alcance. Pero si lo que quería decirnos en su obra es que postulaba que el hombre debe participar en la vida, influir en el destino de sus contemporáneos y de su país, sin dejar que sean los políticos profesionales los que decidan por él, creo que no le ha salido bien. Alexander es un hombre feliz, enamorado de su hijo, al que le ha enseñado a cuidar de un árbol seco,(homenaje a una fábula oriental), que han plantado entre los dos,e y echarle , con paciencia, agua todos los días hasta que florezca. De pronto, tras oir en la radio la amenaza de una guerra nuclear, sufre una gran conmoción que le vuelve loco; aconsejado por un amigo Otto decide visitar a la bruja, como hemos dicho antes. A cambio de su salvación deberá ofrecerle el sacrificio de lo que más quiere: su casa y su familia. No convence. La historia inicial era otra, y en ésta nada contribuye a crear ese clima de terror colectivo; hasta la emisión de radio, todos se muestran felices y hasta superficiales y frívolos. Cierto que los pueblos del Norte de Europa vivían atormentados por la posibilidad de una guerra total, que lleva a un personaje de Los comulgantes, Jonas Persson, al suicidio, pero este hecho estaba mejor contextualizado en la obra de Bergman; o la película de Kurosawa Vivir en el miedo. En la escena central de Sacrificio el personaje principal se viste con un kimono, antes de llevar a cabo una acción tan radical como la del protagonista del film del japonés. Como consecuencia de esta acción ambos son internados en un psiquiátrico. Pero el personaje de Tarkovski, a diferencia de los de Bergman o Kurosawa, se autoexcluirá como víctima propiciatoria de un sacrificio para que el mundo cambie su rumbo y se puedan evitar las terribles consecuencias que teme, acercándose a la figura de El Quijote de Cervantes, o el Príncipe Mishkin de Dostoyevski, que se reafirman en su fe o ingenuidad , provistos de nobles intenciones. Don Quijote, el Príncipe Mishkin y Alexander creen que la sociedad mirará las acciones que ellos emprenden como una suerte de espejo, en el que se refleje una realidad distinta de la que percibe diariamente en las vidas cotidianas. La ineficacia de sus acciones les hace aparecer como dementes e incapaces de adaptar sus ideas y comportamiento a la lógica del mundo.
Como ya ocurre en Nostalgia su sacrificio de abandonar casa y familia, y al perro que tanto quiere, se ve defraudado cuando llega a occidente y comprueba que se da la misma situación que en su país, aunque en una atmósfera de mayor bienestar material, lo que le entristece aún más. También en Europa existen ensueños colectivos, amparándose en los cuales la gente se hace irresponsable en su actuación individual...Esa idea de que son todos iguales: el panadero, el barman, el cineasta, todos semejantes frente a los impuestos. Por eso Bergman se ha ido. Porque somos iguales solamente ante Dios, no ante los demás.
El sacrificio realizado por Alexander, aplicando la filosofía de Kierkegaard, puede ser interpretado como un acto religioso, que en el momento de mayor pánico hace a Alexander, hombre agnóstico, postrarse en el suelo y orar, prometiéndole que sacrificará lo que más quiere si interviene para detener la guerra. Con el estallido del conflicto cambia la atmósfera de la película, iluminada tenuemente por la noche boreal, que tan bien conocen los rusos del Norte; nadie mejor que Sven Niqvist para capturar la luz de las noches blancas, con un virtuosismo absoluto, un mínimo de luz.
Otro padecimiento para Niqvist fue tener que acostumbrarse al movimiento continuo de la cámara, esos largos travellings que se convierten en planos-secuencia, cámaras moviéndose de costado, zoom de avance y retroceso incorporados en los travellings o con cámara fija, cambiando varias veces de enfoque dentro de un mismo plano y que responden a la idea de Tarkovsky de esculpir en el tiempo.
En la sección nocturna, tanto la iluminación como la combinación de sucesos y objetos en un mismo plano de tiempo alcanza un punto magistral en las secuencias de imaginería onírica; T. es el maestro del cine como sueño y del sueño que se hace realidad (Bergman). En Sacrificio somos transportados despiertos al mundo de los sueños por esa apabullante secuencia en que una multitud corre confusa y muda por las calles de una ciudad, como aterrorizadas hormigas a las que acabn de destruir el hormiguero. De hecho, cuando vimos retransmitidas por las cadenas de televisión de todo el mundo, las escenas de las calles de Nueva York, el día 11 de septiembre, nos acordamos de inmediato de la pesadilla rodada por Tarkovski en Sacrificio, y supimos que él se había anticipado a la imaginería real del fin del mundo empírico y actual, que estaba ocurriendo ante nuestros ojos en Manhattan(Rafael Llano).
Andrei Tarkovski dijo: El cine es el único arte que trabaja con el concepto de tiempo en sentido literal, acción/corte. La fijación del tiempo es la fijación de la realidad. Conservamos el tiempo, lo guardamos para siempre, pues la función del cine es esculpir el tiempo. El cineasta cincela todo lo superfluo en un bloque de tiempo. De una enorme y sólida masa de vivencias, en el producto final sólo deja lo necesario, lo que sobresale como componente de la imagen en movimiento, una selección de partes o fragmentos que forman una composición, pero la imagen se origina durante el rodaje y existe en la toma; en la sala de edición se rompe el flujo de tiempo, se interrumpe, al tiempo que surgen nuevas cualidades.
El conocimiento del autor y de sus sentimientos de nostalgia de su Rusia natal e inadaptación plena a Europa, el relato extradiegético, según la terminología de Genette, justifica la ausencia, o mínima presencia de una dirección de sentido en su obra, que producen el extrañamiento, ostranenie, que empuja al espectador a una visión crítica y no vegetativa o pasiva (Francisco Javier Gómez Tarín); la pantalla es tan solo un pequeño segmento del conjunto perceptual, del que una parte se ha hecho o se hará explícita a lol argo de la narración, pero donde otra permanece siempre implícita.
Hemos hablado mucho en nuestro blog de este autor-poeta, exiliado político, y creo que nuestros alumnos pueden extraer conclusiones muy claras de este trágico hecho. Desgraciadamente solo podemos dar recomendaciones, pero el tiempo de un curso es limitado y sólo está a nustro alcance acceder a una pequeña y buena selección. Quien ha disfrutado con Dreyer, lo puede hacer con Tarkovsky, y no queremos oir más veces eso de que es en blanco y negro, lenta...El resultado del curso pasado ha sido muy favorable, esperamos, como mínimo, la misma respuesta en el próximo.
Una companya i amiga psicòloga ens ha fet arribar aquesta carta de la Fundació Isonomia amb la qual s'alça una forta protesta contra el contingut de l'article de l'escriptor i cantant Josep M. Espinàs que va ser utilitzat per al comentari de text en el darrer examen de selectiu de Castellà: Llengua i Literatura al territori valencià. Nosaltres ja en vam parlar al seu moment. Aquells dies ens va estranyar força que algunes companyes d'institut no discreparen d'aquest article que ens sembla vergonyós, si més no, venint d'un pretés intel·lectual català. Per cert, l'etiqueta d'intel·lectual no significa necessàriament "compromés" en el sentit que el progressisme entén, sinó que avui un també pot estar compromés amb el senyor o les idees que li paguen per molt reaccionàries que siguen. Ens sap molt greu la situació però, vista la crisi ideològica de la societat occidental, els plats de llentilles han degut baixar molt de preu. Ens decep molt l'opinió misògina d'Espinàs, però també la del professor d'alguna de les tres universitats valencianes que ha decidit proposar aquest article per a la prova de Selectiu. Amb algunes coses no s'ha de jugar ni tan sols per testar l'opinió de joves de 18 anys. Llegiu aquesta carta contundent que nosaltres també subscrivim. Per això li cedim aquest espai per a la seua difusió.
La misoginia se rearma para no perder privilegios
Estimadas y estimados colegas:
Amigas y amigos, responsables de las instituciones sufragadas con dineros públicos devenidos de los impuestos de las ciudadanas y de los ciudadanos; responsables de las instituciones sostenidas con el trabajo NO remunerado de bastiones de mujeres que, en detrimento de su tiempo de ocio, de su tiempo de descanso, o del tiempo que precisa su promoción en el empleo (la que lo tiene), diariamente se ocupan de las tareas domésticas y de los cuidados, sin que ello les proporcione ni salario, ni derecho social alguno (sanitario, jubilación, vacaciones, pagas, etc.), aun cuando su labor garantiza la salud ciudadana, ahorrando, a su cargo, el dinero público que se debería invertir en la creación de servicios de proximidad y que se utiliza para financiar a los especuladores, a la banca y a los mercados que han generado esta crisis que afecta a toda la ciudadanía y, especialmente, a la más desfavorecida; instituciones responsables de garantizar la seguridad ciudadana que aún hoy, tras años de haber legislado leyes de igualdad y contra la violencia de género (tanto autonómicas como estatales), a pesar del alto número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex-parejas, de abusadas sexuales, de agredidas físicas, psíquicas y emocionales, de acosadas sexualmente y por razón de sexo, de ser invisibilizadas y discriminadas económica, social y culturalmente, o, dicho de otro modo, a pesar del alto número de mujeres que sufren violencia directa, estructural y cultural por el hecho de ser mujer (como reconoce Naciones Unidas); a pesar de ser tratadas como colectivo aun cuando somos más del 50% de la población; a pesar de tener la encomienda de ser reproductoras de nuestra propia desigualdad (escupiendo hacia arriba, siguiendo el mandato patriarcal aprendido a través de los mass media, las religiones, las familias tradicionales, el consumo y la escuela), ya que la educación sigue estando sostenida desde los estereotipos patriarcales de los roles masculinos y femeninos, únicamente han destinado escasos fondos para articular algunas medidas paliativas contra la violencia (denominada machista, de género y/o doméstica) sin poner en marcha medidas preventivas. Medidas preventivas, urgentes de implementar en el ámbito educativo, que afectan a la educación en valores, no solo del alumnado sino del profesorado, pues ha sido éste el que ha seleccionado el artículo (tendencioso, misógino, acientífico e inexacto) de un tal Joseph María Espinàs, como texto para ser comentado en las pruebas de selectividad para el acceso a las universidades de la Comunidad Valenciana.
Amigas, amigos, colegas y responsables de las instituciones a quienes va dirigida esta misiva, como sabéis, tras el perverso resultado (el aumento de las ventas) que supuso la denuncia de la edición de un libro misógino, editado bajo la responsabilidad de Miriam Tey, última directora del Instituto de la Mujer del Gobierno de Aznar, decidimos no entrar a la provocación de los varoncitos que se sienten atacados cuando se habla de derechos para las mujeres y es que, naturalmente, el hecho de que las mujeres seamos consideradas sujetos con derechos plenos implica que muchos van a perder privilegios y eso les duele, les provoca y les genera resistencias que se manifiestan de la única manera en que la masculinidad tradicional sabe resolver sus conflictos: con violencia.
Por supuesto, no vamos a dar cuartelillo a “los machines” pero sí hay que exigir a las autoridades en general, y a las educativas en particular, que, en tanto que administradoras de nuestros impuestos (activos o pasivos) no los usen para crear más violencia ni para legitimar las agresiones. No puede ser que la judicatura y la educación sean ámbitos donde se cobijan los portadores de la bandera de la misoginia y la violencia (verbal) contra las mujeres sin que exista ningún recurso institucional que les frene (¿sería lo mismo en el caso de un artículo sobre terrorismo?).
No puede ser que las instituciones autonómicas hagan uso partidista de los ámbitos públicos (como es la educación) para realizar una crítica institucional.
El contenido de este artículo es muy grave, no por la opinión misógina de su autor, que se retrata a sí mismo y sobre el que no hay nada más que comentar puesto que todos y cada uno de los “machines” se ponen en evidencia con sus opiniones, sino de las instituciones que han permitido la utilización de este artículo como comentario de texto, tanto por ser tendencioso y utilizar la política pública (financiada por la ciudadanía) para hacer política partidista, como por estar plagado de incompetencias científicas y culturales, además de legitimar la desigualdad entre mujeres y hombres. Y la desigualdad, como lamentablemente sabemos, es el germen de la violencia que tanta muerte y dolor está causando en nuestro país y en especial en la Comunidad Valenciana que, no casualmente, encabeza la lista del número de mujeres asesinadas en lo que va de año.
Por ello, considerando que el tema ha excedido los límites de lo personal y que se debe de articular una campaña de denuncia, institucional y mediática, por esta situación para que no se repita, os rogamos que realicéis vuestra protesta a las instituciones educativas y de igualdad de vuestras comunidades autónomas y del gobierno del Estado español, así como que elevéis una protesta a la Generalitat Valencia, al Sindic de Greuges de esta Comunidad y al Defensor del Pueblo del Estado Español. También debe de denunciarse el caso a la Comisión europea y a l Instituto de igualdad de género europeo. Igualmente, os rogamos que, quienes tenéis capacidad de hacerlo, realicéis la denuncia de esta situación en los medios de comunicación de masas, así como en aquellos espacios que consideréis de interés.
Hay que parar este rearme de la indecencia y de la violencia en general y de la violencia contra las mujeres en particular, y sólo las instituciones con dirigentes decentes y la gente de bien podemos hacerlo.
Andrei Tarkovski tuvo una vida no demasiado larga, algo más de medio siglo (1932-1986), pero se le dio el tiempo suficiente para dejarnos uno de los testimonios más poéticos y entrañables: la nostalgia de la madre, de la patria, de su casa, de su fiel perro (con el que incluso hablaba por teléfono). Dos películas ponen el acento en la ausencia de lo perdido y del sacrificio que ello conlleva: Nostalgia (1983) y El espejo (1974), aunque todas ellas forman un puzzle del que no podemos quitar una pieza sin que quede incompleto.
En El espejo, película autobiográfica, el protagonista, encarnado por Oleg Yankovski, narrador y auténtico protagonista, sólo ocupa dos planos casi subliminales. Como una mancha del test de Rorschach, presente y pasado se desdoblan a través del espejo, y sólo aparece el personaje, Alexei, en forma de niño de cinco años (Philip Yankovski) y de niño de doce (Ignat Daniltsev), aunque en el film se le llama siempre Ignat, al menos en la traducción del ruso, no siempre de fiar. Oleg Yankovski aparece desdoblado en padre e hijo (Alexei), y Margarita Terékhova en madre y esposa de Alexei. Hay un plano muy inquietante en el que Ignat se mira en el espejo, mientras un travelling nos acerca su imagen; un salto de eje nos devuelve la visión de Ignat desde la perspectiva del espejo. El presente inasible se mezcla constantemente con el pasado en forma de sueños o recuerdos.
La nostalgia de Alexei es la de la evocación del tiempo perdido; mira siempre a su madre, cuya imagen identifica con la de su esposa para volver a ser y sentirse niño y pensar que tiene una vida por delante en la que todo es posible. Su generación fue testigo de la Guerra de España y la llegada de los niños españoles a Rusia, de la Guerra Mundial, y de las bombas atómicas de Hirosima y Nagasaki. Esa nostalgia de la madre, la tierra, la casa será una constante en sus películas, pero, al fin, perdida la esperanza de volver a su patria le llevará en Sacrificio a quemarla, igual que quema un espejo y todo lo que ello significa en la película que ahora comentamos. Rompe así con sus raíces; detectada la enfermedad que le produjo la muerte, su mujer que acudió a Suecia para ayudarle, no pudo reunir a sus hijos, y sólo ya en los últimos momentos, las autoridades soviéticas concedieron el permiso a su hijo, Andriushka, para que estuviera con su padre en las postrimerías de su vida.
Es patente la influencia que dejó en él su paso por Italia, con constantes referencias al arte renacentista y especialmente a Leonardo da Vinci. En sus obras abundan planos de detalle que son auténticos bodegones de gusto italianizante. Tarros de cristal llenos de leche, tanto en la casa del médico de El espejo, cuya mujer es interpretada por la esposa de Tarkovski, L.Tarkovskaia, como en la más lujosa de Sacrificio; el caro líquido se derrama ante los ojos hambrientos de Ignat, de pies descalzos.
Como decía Bergman, Tarkovsky hace travellings en todas las escenas, no tiene la cámara quieta un minuto, técnica imitada por autores actuales como Lars Von Trier, que le dedica su última película, Anticristo. Pero en el director ruso se convierte en auténticos planos- secuencia que integran el interior, escasamente iluminado, con el exterior en el que eclosiona una brillante naturaleza, que en ocasiones se convierte en una grisácea amenaza. En muchas ocasiones ese travelling nos conduce, como por un túnel inquietante, al mundo de los recuerdos, los sueños, que en él, según afirma su mujer, no tiene carácter simbólico, aunque los colores se cargan de significado y se van degradando hasta quedar reducidos a un binomio blanco-negro que evoca su estado de ánimo.
Los interiores de las casas marcan la decadencia de un régimen, desde las confortables de madera, sencillas pero agradables, hasta las residencias urbanas, que conservan algo de su pasado noble en sus paredes desconchadas y en unas cortinas que parecen colgajos; la ausencia o escasez de muebles, aunque nunca falta un armario de luna, aumenta esa sensación de frialdad y vacío de un sistema que había parado su locomotora y empezaba a desvencijarse. En la pared de la casa de Alexei cuelga un cartel de Andrei Rublev, autorreferencia de su propio cine.
Para todos nosotros, no sólo nuestros alumnos, debe ser motivo de una profunda reflexión sobre lo que suponen las guerras y las dictaduras, que arrancan las raíces de los hombres y los lanzan a un triste exilio, produciéndoles heridas incurables. Tarkovski nunca volvió a su tierra, ni volvió a ver a su madre, a la que dedica Nostalgia. Tod@s debemos aprender esta forma de expresar y representar la realidad, no sólo para crear obras inmortales, sino para contribuir a la felicidad de los seres humanos.
El bosque. ese bosque tan amado por Tarkovski, y el agua, siempre presente en sus películas, y como elemento cohesionador del discurso la voz en off del poeta Arseni, su padre, recitando un poema propio. Todo ello ofrecido en sacrificio a su Libertad de Expresión.
Richard Eyre lleva a la pantalla una película curiosa, entretenida, bien ejecutada,Crónica de un engaño, cuyo título original The oder man, refleja mejor lo que el autor nos quiere transmitir.
Lo mejor del film es la constatación en la representación de las cuotas de igualdad que la mujer ha alcanzado, de facto, en la sociedad: ahora es ella la que lleva una doble vida prolongada durante doce años, en un contexto patriarcal, disimulado por la buena educación de la clase burguesa ilustrada a la que pertenece. Inmersos en el amor romántico, un matrimonio lleva una vida feliz, hasta que el marido, Peter (Leam Neeson), descubre que ella, Lisa (Laura Linney), diseñadora célebre de zapatos, envés de Hadaly, tiene un amante , Ralph (Antonio Banderas) con el que ha compartido al menos la mitad del tiempo en que ha vivido con él.
La dignidad masculina de Peter, acorde con los roles del buen amor ("llamado mal amor, por Maite Sarrió Catalá ), le llevan a buscar al hombre y ejercer la justicia de su amor propio herido. Apoyándose en los recursos que pone a su alcance la sociedad del conocimiento, que va dejando rastos en teléfonos móviles y ordenadores (Appel-Mac, como corresponde a una familia de su estatus) encuentra en Milán a su enemigo y oponente. Su hija, Abigail (Romola Garai) actuará de intermediaria entre los dos hombres de su madre.
¿Qué encuentra ? Un pobre hombre ridículo, que se hace llamar Reif (de Ralph), portero de una finca, encantador de serpientes, cuidador de tortugas, y amador de las mujeres, pero, en el fondo, desempoderado por su pobreza y lo que es peor, oriundo de un país que forma parte del grupo que los ingleses llaman pigs, es decir, español. La cámara refuerza la desigualdad económica de ambos hombres, engrandeciendo, con un ligero contrapicado al protagonista, ya de por sí de mayor envergadura que Antonio Banderas, y reduciendo humillantemente la figura de un remilgado, engominado y farsante oponente. En las salas españolas, algun@ se removía incómodo en su butaca.
Una gran elipsis esconde el resultado final, que apunta sutilmente al principio, y mediante un bucle da cuenta al espectador de lo que le ha escondido en la producción diegética y su efecto en el receptor hasta ese momento. Entonces detectas algun momento injustificadamente histriónico, que tenía encaje sin el desenlace de la historia. A pesar de todo el film es correcto en su ejecución y nos muestra la ciudad de Milán, un desastre urbanístico debido a la especulaciín, sin que falte el paseo de rigor por las inmediaciones de la catedral y las Galerias Vittorio Emanuele, lo mejor de la urbe.
Auguste Villiers de L'isle-Adam , autor de La Eva futura (1880), construye una fábula en torno al legendario personaje de Edison, que representan una ideología reaccionaria de las relaciones entre los dos sexos, cuyo interés reside en su contribución a la comprensión de la futura Institución.
Todas las historias de cine conceden, según Noël Burch, su atención a esta novela juzgada como profética, porque deduce de la más célebre invención de su héroe (Edison), el fonógrafo, la que todavía iba a hacerle más célebre: el cine. La sustancia más notable para el futuro de la representación de esta obra, variante falócrata del complejo de Frankenstein, constituye una metáfora del funcionamiento imaginario de la futura Institución.
Cuando Edison, para impedir el suicidio de su viejo benefactor, el dandy inglés Lord Ewald, consigue reemplazar a su amante Alicia, mujer de perfecta belleza, pero de alma vil, por Hadaly, la androide, mujer artificial, pero igualmente bella y que refleja perfectamente el deseo del hombre, Ewald se siente horrorizado, pero acabará por rendirse a las razones del androide, convertido en sosias de esa otra mujer cuya mente contradice al cuerpo:
" ¿Quién soy yo? -le apunta Hadaly -. Un ser de ensueño...que se despierta a medias en tus pensamientos - y cuya sombra saludable puedes disipar con uno de tus bellos razonamientos que no te dejarán, en mi lugar, más que el vacío y el doloroso tedio, fruto de su pretendida verdad. Oh, no despiertes de mí, no me expulses, bajo un pretexto que la ciega razón, que sólo puede aniquilar, ya te apunta en voz baja...Quién soy yo, te preguntas. Mi ser, aquí abajo, al menos, no depende más que de tu libre voluntad.Atribúyeme el ser, afírmate que soy, refuérzame contigo y de pronto estaré totalmente animada, a tu mirada, del grado de realidad con el que me habrá penetrado tu Buen Deseo creador." (La Eva futura. París, José Corti, 1977, pág. 337)
¿Cómo no pensar en el cuerpo femenino entregado como pasto por los primeros cineastas a la fantasía masculina ? (Nöel Burch, El tragaluz del Infinito. Cátedra, 1987, pág. 49 ). Haciendo de Edisón el campeón de su propia crítica de la era burguesa en nombre de un aristocrático paraiso perdido, Villiers incurre ( irónicamente, sin duda) en un contrasentido histórico, puesto que Edison, el avispado hombre de negocios, era todo un hombre de su tiempo, que, mientras espera la obra filmada, no duda en permitir a unos asociados que apunten a los muy malfamados ( e ilegales) combates de boxeo, a fin de beneficiarse de los primeros éxitos de taquilla que hayan conocido las imágenes animadas.
Esta es la gran paradoja del hombre de negocios burgués, que sólo debía pillar desprevenidas a las masas ignorantes, que aprenden apenas a leer, pero nunca será capaces de descodificar imágenes o mensajes verbales más o menos complejos. Es un pecado en un teórico "intelectual"
Santos Zunzunegui reconoce, en su prólogo a El tragaluz del infinito,(1987) que Nöel Burch invitó a su generación a Pensar el cine, primero a través de una serie de artículos, que posteriormente formarían su libro Praxis du Cinema, cuando apenas habían digerido la obra de André Bazin en Cahiers du Cinema. Si ya habían asimilado que el cine era un arte, ahora debían enfrentarse al hecho de que ese arte nacía como fruto de elecciones y exclusiones, de operaciones controlables y sistemáticas, que poco o nada tenían que ver con el soplo del genio, con el trabajo paciente de organización de todos y cada uno de los aspectos que terminaban haciendo del film un objeto de sentido. Por otro la actividad como cineasta de Burch, en el dificil terreno del film-ensayo, en sus realizaciones para la televisión francesa en la serie Cinéastes de Notre Temps (1966-1971) o La Lucerne du siècle (1985), suponían la prueba definitiva del rigor del método del autor a la hora de reescribir, como realizador cinematográfico, la historia del cine.
A este intento de reescribir la historia del cine responde El tragaluz del infinito, cuyo objetivo es levantarse contra esas Historias del cine construidas a base de generalizaciones abusivas, teleologías naturalistas y trivialidades banalizadas con un materialismo de andar por casa (Santos Zunzunegui). Su objetivo está implícito en la decisión de suprimir la expresión lenguaje cinematográficopor Modo de Representación Institucional, con el fin de ocuparse de la filogénesis del séptimo arte.
Nöel Burch confiesa que su libro pretende ser la crítica de los discursos teóricos e históricos que tendían a naturalizar el sistema de representación "hollywoodiense" que sobre todo había servido para desinformar y adormecer a las masas populares. La primera meta de este libro era, por tanto, construir las bases históricas para prácticas contestatarias. La materia prima de su discurso la buscará en el cine primitivo, para demostrar que el lenguaje del cine no tiene nada de natural ni de eterno, que tiene su historia y que está producido por la Historia; quiere interrogar a la institución, es decir, al modo de representación que la caracteriza y contribuir a su desnaturalización.
José Saramago, el Último Mohicano, antes de partir al Olimpo de los Dioses, paraiso que domina la Memoria, nos ha dejado un nuevo tesoro como testamento, que servirá a tod@as, aunque no tengan la capacidad intelectual para comprenderlo.
¿De qué hablo ? De esa imagen, subliminal, sin palabras, que discretamente pasará al imaginario individual y colectivo de todos los hombres y mujeres del mundo (no olvidemos que es Premio Nobel, por lo que su muerte tiene una difusión internacional. Para eso sirven los premios ), que contradice el Modo de Representación Institucional : su féretro transportado por un número igual o mayor de mujeres que de hombres. La imagen de la mujer como ser que actúa, que tiene la fuerza suficiente para colaborar en el último homenaje de un ser querido, sin limitarse a mirar pasivamente, es un último regalo a la conciencia de los seres humanos, y una prueba de que la única revolución triunfante en el siglo XX sigue adelante con paso firme, por mucho que se le pongan palos en las ruedas. Jose de Sousa, alias Saramago, no se ha ido, vive en la memoria de los hombres, incluso de sus enemigos, que, aunque le atacaron en vida, le respetan en el momento decisivo del enfrentamiento a su desparición física.
Me viene al recuerdo una reflexión de Tarkovski ante el hecho irremediable de la muerte, monstruo que ha atormentado a los intelectuales que han reflexionado sobre la llegada de la Parca: La muerte no existe para mí. Una vez soñé que estaba muerto, sentía un gran alivio, ligereza y una gran libertad; esta sensación de libertad y ligereza me hicieron creer que estaba muerto, libre de todos los vínculos que me atan al mundo. Así que la muerte no existe para mí, solo existe el sufrimiento y el dolor. La gente a menudo confunde sufrimiento y muerte. Puede que piense de modo diferente cuando la tenga de cara.
Ante la pregunta de un estudiante sobre si creía que era inmortal, contestó: sí. Sabía que es precisamente la inmortalidad la compañera de los grandes hombres como Saramago.
In memoriam
Artemyev : la nostalgia, la lluvia en la habitación de un gran hombre, sencillo y decente al que admiro tanto como a Saramago. Sé que a él también le gustaría.
En Sacrificio (Tarkovski), el personaje principal planta un árbol con su hijo pequeño y le enseña que debe regarlo todos los días hasta que florezca. José Saramago sentía una profunda admiración por su abuelo, campesino que murió abrazado a un árbol; su voluntad es que parte de sus cenizas sean enterradas al pie de un olivo en Lanzarate, que lo acogió en los últimos años de su vida. ¿Florecerá?
El Diario Público lleva en su edición del sábado 19 de junio el último adiós de hombres que se han destacado en diferentes áreas de nuestra sociedad: Baltasar Garzón, Luis García Montero, Luis Sepúlveda, Carlos París, Gonçalo Tavares, José Luis Peixoto.
Aquesta setmana m'han arribat dues notícies que palesen el sentiment d'ocultació de la dona en l'esfera esportiva. No per coneguda la situació és menys ressenyable, al contrari. Per això les trac a la palestra, perquè són denunciades per dones joves que practiquen dues activitats molt diferents, la cordada i el futbol.
Asunción Vives, una dona muntanyera del Centre Excursionista de València, desvela en un article de la revista CEV, n. 67, la intencionada omissió 'fins a vuit vegades' del nom de l'escaladora Esther Fleixar en “l'Informe sobre les activitats no competitives d'alt nivell a la Comunitat Valenciana”. Només s'hi cita el seu company de cordada Ximo Fuertes. Ni en les fotos apareix el nom de la dona. “El redactor l'ha hagut d'esborrar deu vegades de l'escrit original en què va rebre la informació”. Ineptitud o masclisme?, es pregunta Asunción. Són els vells ressorts de l'ocultació per minusvaloració de la dona en aquelles esferes en què el domini masculí és encara “exclusiu” per a la consideració social? Aquestes maneres d'actuar des de la premsa, des del periodisme, són importants de denunciar perquè no succeïsquen. El contrapés l'aportava Edurne Pasaban el 17 d'abril en arribar al cim de l'Annapurna i el 17 de maig en copsar el Shisha Pangma. Es convertia en la segona dona del món que realitza la gesta entre les 21 persones que ho han aconseguit. I la premsa, aquesta vegada sí, li eixia al pas per a reconéixer-ne la proesa.
Gema R., una alumna nostra de 4t ESO, és jugadora de futbol d'alta competició amb 16 anys. Des de la seua joventut se sent discriminada al costat de les seues companyes pel muntatge social, econòmic, informatiu que hi ha al voltant d'aquest esport multimilionari de masses. Però multimilionari i de masses només per a l'home. La dona que el practica, d'això res. La seua visió l'ha exposada en un treball de classe que consisteix a redactar un manifest que, com sabeu, és un gènere de denúncia i reivindicació. En ell exterioritza la “clara desigualtat entre l'home i la dona al futbol”. Es basa en la profunda bretxa salarial entre l'esportista d'equips masculí i femení, en la categoria dels estadis que es destina a cada sexe, la diferència abismal en la informació als mitjans de comunicació quant a retransmissions i notícies, en les crítiques a les orientacions sexuals de les esportistes d'equip... Aquestes idees les ha reflectides en un pòster digital que ha publicat al nostre wiki d'aula i que m'ha permés d'incrustar al blog. Un bonic exercici adolescent de denúncia furiosa i totalment certer. Jo pose a Gema veu ací com a professor però estic convençut que ella és ben capaç de defensar la seua visió de dona i ho farà aviat en aquest blog.
Dues denúncies que sorgeixen des de la invisibilitat a què les dones que practiquen certs esports es veuen abocades fins que no canvie la mirada de l'home que explica i mou “les teranyines”, que no els fils, del món. M'adherisc a les seues protestes.