Chris Waitt hace una película, La historia completa de mis fracasos sexuales, que retrata muy bien a los treintañeros, la generación que se llamó del yogurth, hijos de padres progresistas, que o bien hicieron la revolución del Mayo Francés del 68, o bien militaron intelectualmente en él. Muchos se preguntaban qué papel podían representar los hijos en un choque generacional en el que los padres habían llegado tan lejos. De hecho, aún hoy muchos jóvenes siguen enganchados a la música y al cine de la década prodigiosa.
El retrato que hace Chris y la autocrítica de su generación es muy realista. Preguntada la madre, a la que algún tabloide británico acusó de haber descuidado la educación de su hijo, ella responde que la verdad tiene dos aspectos:
-Chris ha logrado llegar a ser en la vida lo que quería ser: un buen director de cine
-Su desaliño y descuido personal es algo que ha decidido él. El día que forme un hogar tendrá que ponerse las pilas.
Como he dicho antes esta generación tuvo una educación muy excepcional y fueron, quizás los últimos románticos que se lo jugaron todo a una carta. Hoy las cosas han cambiado y muchos jóvenes se han esclavizado para muchos años por una casa, un coche y un televisor extraplano, plasma, led, o de cualquier otro sistema; han renunciado a su libertad, han sacrificado el ser al tener.
Este filme ha sido galardonado en Sudance y el Festival Internacional de Edimburgo, y sociológicamente es muy interesante. A muchos les entrarávértigo al ver a Chris Waitt, cuyos referentes el cómic autobiográfico de Morgan Spurlock, Robert Crum o cineastas como Woody Allen, pero de pronto la crisis económica trunca muchas esperanzas puestas en el futuro de los jóvenes.
Robert Crumb El retrato que hace Chris y la autocrítica de su generación es muy realista. Preguntada la madre, a la que algún tabloide británico acusó de haber descuidado la educación de su hijo, ella responde que la verdad tiene dos aspectos:
-Chris ha logrado llegar a ser en la vida lo que quería ser: un buen director de cine
-Su desaliño y descuido personal es algo que ha decidido él. El día que forme un hogar tendrá que ponerse las pilas.
Como he dicho antes esta generación tuvo una educación muy excepcional y fueron, quizás los últimos románticos que se lo jugaron todo a una carta. Hoy las cosas han cambiado y muchos jóvenes se han esclavizado para muchos años por una casa, un coche y un televisor extraplano, plasma, led, o de cualquier otro sistema; han renunciado a su libertad, han sacrificado el ser al tener.
Este filme ha sido galardonado en Sudance y el Festival Internacional de Edimburgo, y sociológicamente es muy interesante. A muchos les entrarávértigo al ver a Chris Waitt, cuyos referentes el cómic autobiográfico de Morgan Spurlock, Robert Crum o cineastas como Woody Allen, pero de pronto la crisis económica trunca muchas esperanzas puestas en el futuro de los jóvenes.
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