En este verano distópico y triste, en el que el cielo gris invita a la nostalgia, mi gata se ha ido. Nos ha dado muchos días de felicidad, ha jugado con los niños, ha hecho barbaridades, e incluso me he enfadado con ella. Nadie sabe como añoraré esa gata tan distinta, tan corriente, tan vulgar y tan bondadosa y alegre.
In memoriam.
In memoriam.
Para tí, Virtudes, que has escuchado tanto blues, sin tan siquiera pedirlo.
Lo siento.Pilar
ResponEliminaLo siento Roma. Tu gata ha vivido en un lugar donde las cosas si eran y son como deben ser.Aprendemos de ellos, de su indepeendencia, de su seguridad, pero tu gata aprendio de ti a amar la música, la lectura, el cine,... la vida.
ResponEliminaUn abrazo muy fuerte. Ángela.