Este verano viene publicando el diario EL País una colección de ciencia-ficción, que aporta grandes títulos que ofrecen la 'ocasión' a los más jóvenes de acceder al conocimiento de autores remotos para ellos; deben saber que no es posible el adanismo, que nadie parte de cero y que en el cine actual hay mucho homenaje a autores de culto que les pasa desapercibido.
Los DVDs van acompañados de unos pequeños libritos, escritos por Toni García Ramón que sostiene algo en lo que yo siempre he creido: "...que la ficción te permite todo tipo de posicionamientos políticos y que éstos podían ser digeridos por el gran público gracias al contexto, que invitaba a engullirlos sin hacerse demasiadas preguntas y sin considerarlos discursivos o diácticos". Esta doctrina es defendida por Roland Barthes. Esta es una fotografía exacta de un momento en que dominaba el espejismo del desarrollismo permanente; hoy, despertados bruscamente de este sueño, en plena crisis económica, los críticos vuelven su mirada a la ciencia-ficción y a las producciones de Pixar, y exigen a los cineastas un compromiso mayor.
Robocop, titulo que ya echa para atrás , tuvo muchas dificultades para abrirse camino y conseguir la financiación necesaria. Toni García Ramón la presenta con una cita de Ibsen: "Nunca lleves tus mejores pantalones cuando salgas a luchar por la paz y la libertad". 1987, año de estreno del filme, dirigido por Paul Verhoeven, cineasta de origen holandés, es una fecha que será observada, desde la perspectiva de la Historia, con mayor detenimiento cuando se supere de cualquier forma la crisis en que estamos inmersos; en estos años Estados Unidos estaba presidido por Ronald Reagan (ex-actor de profesión) partidario de las ideas económicas de Milton Friedman, y el clima general respondía al lema de la avaricia es buena , muy bien captado por Oliver Stone en Wall Street; era un mundo poblado de yuppies que se sentían guerreros que se iban a comer el mundo; junto a ellos las clases trabajadoras, sus víctimas propiciatorias, desarrollaban una experiencia vicaria, que les permitía disfrutar del lujo de otros y aspirar a lograrlo endeudándose más de lo que podían pagar en varias vidas. De aquellos barros, estos lodos. A España la ola llegó más tarde, pero llegó, y muchos no han salido aún de su ensoñación.
Pero siempre hay un 'resto' que ve las cosas de otra manera y que practica la dialectica negativa. ¡qué mala sombra tienen ! ¡Hay que seguir luchando por El Dorado ! Películas como Robocop contribuyen a echar un jarro de agua fría sobre las buenas gentes, y representa a los malos con traje, " comiendo en restaurantes caros y presidiendo gigantescas corporaciones donde la humanidad, la ética y la moral son valores a la baja". Ya sabemos que no se puede tener todo y que toda elección impone un sacrificio; en este caso la ética es la perdedora.
Pero las cosas no son tan simples: Verhoeven es un director holandés, mirado con simpatía por los conservadores y con recelos por la izquierda de su país. Con la llegada al poder de los socialdemócratas y el ambiente político generado en Holanda, se quedó practicamente sin empleo; cuando le llegó la oportunidad del otro lado del charco, a la que, en principio se resistió, animado, especialmente por su mujer, aceptó el encargo de dirigir una película, con semejante nombre, impuesto por los guionistas Ed Neumeier y Michael Miner. Era su oportunidad de desquitarse y no la desaprovechó. Después vinieron títulos como Instinto Básico (1992) y Starship Troopers (1997), que le permitirían pasar a la historia del cine como un director destacado, que representa en sus películas la polaridad de una clase burguesa snob y a sus víctimas despojadas y paulatinamente depauperadas por ella. La muerte iguala a todos, según el lema del Barroco. Paul Verhoeven ha sido tachado de director extravagante, extremo e incapaz de hacer una película redonda, pero de estilo claro (http://www.cinedesiempre.com).
Robocop es el cyborg masculino, la herencia de Villiers y su Eva del futuro, (Hadaly), llevada al cine por Fritz Lang. Híbrido de máquina y organismo es propuesto como mito icónico por Donna Haraway, Profesora de Historia de la Conciencia de la Universidad de California, en su Manifiesto Cyborg, por la confusión de sus fronteras, la no necesidad de acoplamiento, y la responsabilidad de su construcción; situad@ fuera de la historia de la salvación, sin complejos edípicos, preconiza una sociedad sin géneros y sin desigualdades.
El film representa una dura crítica a diferentes sectores, no sólo de la sociedad nortemericana:
Dos anécdotas me parecen interesantes. Una es el momento del enfrentamiento entre la casta de los viejos empresarios, representada por Dick Jones, que crea un prototipo de policía-robot que fracasa, y el yuppi, Bob Morton, que inventa el cyborg; esta pelea verbal tiene lugar en un lavabo, destinado a executive lounge, uno de cuyos espejos nos devuelve la imagen especular invertida de ambos, su doblez, y otra imagen de un espejo situado enfrente nos muestra sus espaldas, símbolo de la traición. El viejo acabará con el yuppi de una forma convencional: por medio del sicario, Clarens Bodcker, que ha utilizado, entre otros, para ensuciar la ciudad y abaratar los terrenos.La lucha por el poder y el dinero es sin cuartel.
Otra es el recuerdo de la construcción de Brasilia por Niemeyer, la ciudad futurista para el hombre feliz, que a medida que se iba desarrollando surgía a su alrededor un cinturón de chabolas, de pobreza, que mató la ciudad antes de nacer. Aquí Jones le ofrece al ganster la exclusiva de los negocios de drogas, juego y prostitución que nazcan alrededor de los millones de obreros que se prevé que van a trabajar en la construcción de Ciudad Delta, y que vivirán en remolques depauperados. Un territorio virgen para el que sepa abrir nuevos mercados. El cinismo de esta época del yuppismo que enriqueció a unos pocos y nos ha acabado perjudicando a todos en este mundo global.
El momento más humano del cyborg es aquel en el que deteriorado su casco, se lo quita delante de Anne, advirtiéndole de que quizás no le guste lo que va a ver; pero descubre que el rostro está casi intacto en su parte frontal, y se mira, como Narciso, en un trozo de espejo que ella le proporciona, con cierta satisfacción.
Creo que es una película que hoy tenemos que volver a ver, para comprender muchas cosas que en 1987, en pleno auge económico, parecían ficción, pero que hoy emergen como auténticos monstruos generados por el hombre. Ha habido otros crisis antes de la actual, pero eran pequeños avisos de lo que se estaba generando.
En la última secuencia Murphy, Robocop (Peter Weller ), matará al Vicepresidente de la COP, pero sus motivos no son los de implantar una justicia universal, sólo busca la venganza contra los que le han agredido. Forma parte del sistema que lo ha creado.Sólo una mujer, Anne Lewis (Nancy Allen) se solidariza con él y paga este hecho con su vida.
Propuestas didácticas:
Según Toni García Ramón los hijos han conocido en persona lo que los padres conocían en cómic. ¿Por qué crees que se habla ahora tanto, a todos los niveles, de cyborgs y robots?
¿Por qué crees que el gángster arremete contra el pobre universitario que trabaja en una gasolinera ?
Los DVDs van acompañados de unos pequeños libritos, escritos por Toni García Ramón que sostiene algo en lo que yo siempre he creido: "...que la ficción te permite todo tipo de posicionamientos políticos y que éstos podían ser digeridos por el gran público gracias al contexto, que invitaba a engullirlos sin hacerse demasiadas preguntas y sin considerarlos discursivos o diácticos". Esta doctrina es defendida por Roland Barthes. Esta es una fotografía exacta de un momento en que dominaba el espejismo del desarrollismo permanente; hoy, despertados bruscamente de este sueño, en plena crisis económica, los críticos vuelven su mirada a la ciencia-ficción y a las producciones de Pixar, y exigen a los cineastas un compromiso mayor.
Robocop, titulo que ya echa para atrás , tuvo muchas dificultades para abrirse camino y conseguir la financiación necesaria. Toni García Ramón la presenta con una cita de Ibsen: "Nunca lleves tus mejores pantalones cuando salgas a luchar por la paz y la libertad". 1987, año de estreno del filme, dirigido por Paul Verhoeven, cineasta de origen holandés, es una fecha que será observada, desde la perspectiva de la Historia, con mayor detenimiento cuando se supere de cualquier forma la crisis en que estamos inmersos; en estos años Estados Unidos estaba presidido por Ronald Reagan (ex-actor de profesión) partidario de las ideas económicas de Milton Friedman, y el clima general respondía al lema de la avaricia es buena , muy bien captado por Oliver Stone en Wall Street; era un mundo poblado de yuppies que se sentían guerreros que se iban a comer el mundo; junto a ellos las clases trabajadoras, sus víctimas propiciatorias, desarrollaban una experiencia vicaria, que les permitía disfrutar del lujo de otros y aspirar a lograrlo endeudándose más de lo que podían pagar en varias vidas. De aquellos barros, estos lodos. A España la ola llegó más tarde, pero llegó, y muchos no han salido aún de su ensoñación.
Pero siempre hay un 'resto' que ve las cosas de otra manera y que practica la dialectica negativa. ¡qué mala sombra tienen ! ¡Hay que seguir luchando por El Dorado ! Películas como Robocop contribuyen a echar un jarro de agua fría sobre las buenas gentes, y representa a los malos con traje, " comiendo en restaurantes caros y presidiendo gigantescas corporaciones donde la humanidad, la ética y la moral son valores a la baja". Ya sabemos que no se puede tener todo y que toda elección impone un sacrificio; en este caso la ética es la perdedora.
Pero las cosas no son tan simples: Verhoeven es un director holandés, mirado con simpatía por los conservadores y con recelos por la izquierda de su país. Con la llegada al poder de los socialdemócratas y el ambiente político generado en Holanda, se quedó practicamente sin empleo; cuando le llegó la oportunidad del otro lado del charco, a la que, en principio se resistió, animado, especialmente por su mujer, aceptó el encargo de dirigir una película, con semejante nombre, impuesto por los guionistas Ed Neumeier y Michael Miner. Era su oportunidad de desquitarse y no la desaprovechó. Después vinieron títulos como Instinto Básico (1992) y Starship Troopers (1997), que le permitirían pasar a la historia del cine como un director destacado, que representa en sus películas la polaridad de una clase burguesa snob y a sus víctimas despojadas y paulatinamente depauperadas por ella. La muerte iguala a todos, según el lema del Barroco. Paul Verhoeven ha sido tachado de director extravagante, extremo e incapaz de hacer una película redonda, pero de estilo claro (http://www.cinedesiempre.com).
Robocop es el cyborg masculino, la herencia de Villiers y su Eva del futuro, (Hadaly), llevada al cine por Fritz Lang. Híbrido de máquina y organismo es propuesto como mito icónico por Donna Haraway, Profesora de Historia de la Conciencia de la Universidad de California, en su Manifiesto Cyborg, por la confusión de sus fronteras, la no necesidad de acoplamiento, y la responsabilidad de su construcción; situad@ fuera de la historia de la salvación, sin complejos edípicos, preconiza una sociedad sin géneros y sin desigualdades.
El film representa una dura crítica a diferentes sectores, no sólo de la sociedad nortemericana:
- Los medios de comunicación sensacionalistas y amarillos. Aquí tenemos un serio problema de interpretación, pues aunque no parece que queden periódicos de referencia, ninguno se considera a sí mismo de esta manera. El film presenta unos informadores sonrientes que dan las noticias más tremendas y esperpénticas: médicos que anuncian corazones artificiales, juegos de ataque preventivo con explosiones nucleares...Como definiría hoy nuestra Ministra de Cultura a las televisiones: contenedores de relleno entre bloque publicitarios.
- Los sectores económicos defensores del neoliberalismo. Las reformas impositivas inspiradas en Friedman crearon una economía ideal, pero los voraces empresarios, cuyo lema es "los negocios están donde se buscan", van penetrando en servicios públicos como la policía, o la justicia. Esto provoca una huelga de funcionarios. Para sofocar estas rebeliones producen un cyborg, aprovechando la muerte de un policía, Murphy, en acto de servicio. Este nuevo ser, mitad hombre/mitad máquina, esta diseñado para perseguir y detener a los delincuentes y hacer cumplir la Ley, con una excepción: los ejecutivos han hecho una directiva que desactiva al robot si intenta detenerlos ante la comisión de un delito. El objetivo de su creación es limpiar la ciudad vieja de Detroit, en cuyo lugar va a emerger una nueva ciudad, la Ciudad Delta, que generará enormes riquezas mediante la especulación.
Dos anécdotas me parecen interesantes. Una es el momento del enfrentamiento entre la casta de los viejos empresarios, representada por Dick Jones, que crea un prototipo de policía-robot que fracasa, y el yuppi, Bob Morton, que inventa el cyborg; esta pelea verbal tiene lugar en un lavabo, destinado a executive lounge, uno de cuyos espejos nos devuelve la imagen especular invertida de ambos, su doblez, y otra imagen de un espejo situado enfrente nos muestra sus espaldas, símbolo de la traición. El viejo acabará con el yuppi de una forma convencional: por medio del sicario, Clarens Bodcker, que ha utilizado, entre otros, para ensuciar la ciudad y abaratar los terrenos.La lucha por el poder y el dinero es sin cuartel.
Otra es el recuerdo de la construcción de Brasilia por Niemeyer, la ciudad futurista para el hombre feliz, que a medida que se iba desarrollando surgía a su alrededor un cinturón de chabolas, de pobreza, que mató la ciudad antes de nacer. Aquí Jones le ofrece al ganster la exclusiva de los negocios de drogas, juego y prostitución que nazcan alrededor de los millones de obreros que se prevé que van a trabajar en la construcción de Ciudad Delta, y que vivirán en remolques depauperados. Un territorio virgen para el que sepa abrir nuevos mercados. El cinismo de esta época del yuppismo que enriqueció a unos pocos y nos ha acabado perjudicando a todos en este mundo global.
El momento más humano del cyborg es aquel en el que deteriorado su casco, se lo quita delante de Anne, advirtiéndole de que quizás no le guste lo que va a ver; pero descubre que el rostro está casi intacto en su parte frontal, y se mira, como Narciso, en un trozo de espejo que ella le proporciona, con cierta satisfacción.
Creo que es una película que hoy tenemos que volver a ver, para comprender muchas cosas que en 1987, en pleno auge económico, parecían ficción, pero que hoy emergen como auténticos monstruos generados por el hombre. Ha habido otros crisis antes de la actual, pero eran pequeños avisos de lo que se estaba generando.
En la última secuencia Murphy, Robocop (Peter Weller ), matará al Vicepresidente de la COP, pero sus motivos no son los de implantar una justicia universal, sólo busca la venganza contra los que le han agredido. Forma parte del sistema que lo ha creado.Sólo una mujer, Anne Lewis (Nancy Allen) se solidariza con él y paga este hecho con su vida.
Propuestas didácticas:
Según Toni García Ramón los hijos han conocido en persona lo que los padres conocían en cómic. ¿Por qué crees que se habla ahora tanto, a todos los niveles, de cyborgs y robots?
¿Por qué crees que el gángster arremete contra el pobre universitario que trabaja en una gasolinera ?
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