La Inglesa y el duque. Vértigo. Pathe Image. C.E.R. Kg. Medien . France 3 Cinema. Avec la participation de Canal +. Productor. Françoise Etchegaray. Director: Eric Rohmer. Casting: Lucy Russell, Jean Claude Dreyfus. 2001.
La película es una adaptación de las memorias autobiográficas de la aristócrata inglesa Grace Elliott, escritas en 1981; se le llamaba la "Gran Dama", fué esposa de Sr. John Elliot, al que abandonó por el Príncipe de Gales, que posteriormente sería Jorge IV. Por último fue amante del Príncipe Felipe, Duque de Orleans. Este filme es un ejemplo del dicho "no digas nunca jamás", pues a pesar de que la Nouvelle Vague pretendía generar una corriente que se desmarcara de las excesivas adaptaciones de textos literarios, acabó su vida realizando una de estas adaptaciones.La Historia se enmarca en la época del terror de la Revolución francesa.
Se le critica por utilizar las nuevas tecnologías .Según Antonio Santamarina ello responde a su búsqueda de un "estilo de transparencia", que trata de captar de la manera más objetiva posible la realidad exterior del individuo, sin por ello dejar de penetrar psicológicamente en los personajes.
Rohmer recurre, según Heredero, a imágenes de vídeo digital, elección que muchos han considerado desacertada y hasta sacrílega para quienes consideran que un auter como él debe ceñirse a las minismalistas convenciones formales del llamado cine en "estado puro", es decir, el rechazo absoluto de cualquier técnica que delate el artificio fílmico. Para Heredero es una crítica simplista, ya que el recurso al cine digital y la utilización de técnicas de incrustación de fondos por ordenador no sólo responde a la comodidad del rodaje en estudio, necesaria para un octogenario, sino que el autor considera que para reflejar una realidad, cuyo único legado iconográfico es la pintura, es el recurso más adecuado.
Yo creo que todas estas críticas son injustificadas y están desorientadas. No creo que Rohmer eligiera el sistema digital porque era un octogenario, sino porque era una persona en constante búsqueda y evolución, incluso de sus propias teorías. Sabía muy bien lo que hacía, cuando en los títulos de crédito pasa de una imagen pictórica congelada a la animación de ésta sin que lo notemos, a no ser por el movimiento de los persobajes; este clima visual se mantiene a lo largo de toda la película y, especialmente en los exteriores, que parecen pinturas de la época en que inscribe su historia.
Rohmer fue uno de los pocos cineastas, según Aumont, que se preocupó por contextualizar el cine en una historia y una sistemática de las artes en general, camino que ya había iniciado la crítica de los años veinte al comparar el cine con la música, la danza y la pintura. El arte no se limita a reflejar la historia económica, social o ideológica, sino que crece igual que un organismo autónomo, gracias a su propia fuerza, como un ser vivo y tiene una infancia, una madurez y una vejez. Al igual que la pintura, el cine está enmarcado en una cuadro, pero su visión es tridimensional. También intenta evitar que su historia se enmarque en un decorado y para lograr estos fines no hay nada mejor que una imagen manipulada, que nos retrotrae a la época que quiere evocar, como hace la pintura, ( encargó a un pintor una serie de cuadros de estilo romántico ). En resumen encontró la forma de contar lo que le interesaba, como le interesaba.
No me atrevería a afirmar rotundamente que la historia sea revisionista, para un hombre que partía de postulados de la izquierda como los de la Nouvelle Vague, porque aunque representa los abusos de las revoluciones, también denuncia los manejos de la nobleza decadente que jamás volvería a tomar el poder.Lo que si cuestiona es el triunfalismo popular, muy francés, con que se evoca este hecho histórico que fracasó en uno de los pilares de sus proclamas, que además de la igualdad y la libertad, defendían la fraternidad. Es el caso del duque de Orleans y de Grace Elliott, que pudiendo haberse refugiado en Inglaterra, de donde ella era originaria, prefieren quedarse en Francia esperando que todo cambie para que todo siga igual. Robespierre, el Incorruptible, se cruzó en sus caminos.
Fue su penúltima película.
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