En la ciudad de Valencia se está produciendo un serio conflicto entre dos modelos de crecimiento: por un lado el desarrollista, que se basa en la construcción de grandes vías de circulación rápida, demolición de viejos edificios y fractura ecológica de un barrio, y por otro el de recuperación y rehabilitación del poblado marítimo, con edificios de interés cultural.
Es evidente que, aunque se respetaran los edificios más emblemáticos, al dividir el citado barrio con una gran avenida que llegue al mar, se romperá, como ha ocurrido con el Barrio del Pilar, su unidad, y ante esta posibilidad Salvem el Cabanyal lleva hace ya muchos años una lucha titánica por la defensa de su habitat. Sólo hace falta pasearse un rato por la noche por el Paseo Marítimo para observar su inseguridad, y la advertencia de los propios vecinos de que tomes precauciones.
El gran arquitecto futurista Niemeyer que proyectó Brasilia pudo comprobar el fracaso del proyecto de una ciudad, que a la par que se construía generaba un cinturón de pobreza y el desarrollo de grandes avenidas que deshumanizaba la polis, haciéndola tan insegura que la mayoría de la población prefirió habitar fuera del núcleo urbano. Hoy es una ciudad medio fantasma de oficinas y negocios. Por el contrario, muchas ciudades europeas han procedido a recuperar barrios antiguos que se han convertido en importantes núcleos de atracción turística.
El proyecto del Cabanyal ha enfrentado a la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde y la Alcaldesa de la ciudad Rita Barberá, produciéndose graves conflictos en las calles del citado barrio.
Es evidente que, aunque se respetaran los edificios más emblemáticos, al dividir el citado barrio con una gran avenida que llegue al mar, se romperá, como ha ocurrido con el Barrio del Pilar, su unidad, y ante esta posibilidad Salvem el Cabanyal lleva hace ya muchos años una lucha titánica por la defensa de su habitat. Sólo hace falta pasearse un rato por la noche por el Paseo Marítimo para observar su inseguridad, y la advertencia de los propios vecinos de que tomes precauciones.
El gran arquitecto futurista Niemeyer que proyectó Brasilia pudo comprobar el fracaso del proyecto de una ciudad, que a la par que se construía generaba un cinturón de pobreza y el desarrollo de grandes avenidas que deshumanizaba la polis, haciéndola tan insegura que la mayoría de la población prefirió habitar fuera del núcleo urbano. Hoy es una ciudad medio fantasma de oficinas y negocios. Por el contrario, muchas ciudades europeas han procedido a recuperar barrios antiguos que se han convertido en importantes núcleos de atracción turística.
El proyecto del Cabanyal ha enfrentado a la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde y la Alcaldesa de la ciudad Rita Barberá, produciéndose graves conflictos en las calles del citado barrio.
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