El Diario Público incluye un artículo de Susana Hidalgo que hace un pequeño memorandum de las agresiones y burlas de que es objeto la Ministra de Igualdad, e incluso inocentadas en las que ha caido, no ella, sino la Presidenta de la Comunidad de Madrid, que, por otro lado, también es mujer.
Una de estos ataques le vino de una columnista de provincias que dijo que en el último partido Madrid-Barça el público le había llamado "tía asquerosa"; cuando se demostró que no había estado en el campo ese día porque no tiene el don de la ubicuidad y precisamente estaba en Granada, en vez de retractarse y excusarse, dijo que de haber asistido ésto es lo que le habrían gritado.
En esta campaña de difamación constante se la ha presentado como defensora de la "chichiplastia" ( me da urticaria repetir ésto), por fomentar investigaciones para reconstruir el clítoris de las víctimas de la ablación, de fomentar bibliotecas sólo para mujeres, de crear un teléfono para maltratadores, de querer eliminar los rótulos de señoras y caballeros de los aseos...
Todas estas cosas, unidas a ciertos usos sociales, como la celebración de bodas con coches de caballos para padrinos, damas...atravesando una manifestación en la que se reclama asistencia a los dependientes, ayudas a los parados, lucha contra la corrupción, etc., me recuerda un axioma de Fernando Savater, escrito en otros tiempos, que decía que si alguien pide una hamburguesa cuando está cayendo su avión, este sí es un imbécil.
Una de estos ataques le vino de una columnista de provincias que dijo que en el último partido Madrid-Barça el público le había llamado "tía asquerosa"; cuando se demostró que no había estado en el campo ese día porque no tiene el don de la ubicuidad y precisamente estaba en Granada, en vez de retractarse y excusarse, dijo que de haber asistido ésto es lo que le habrían gritado.
En esta campaña de difamación constante se la ha presentado como defensora de la "chichiplastia" ( me da urticaria repetir ésto), por fomentar investigaciones para reconstruir el clítoris de las víctimas de la ablación, de fomentar bibliotecas sólo para mujeres, de crear un teléfono para maltratadores, de querer eliminar los rótulos de señoras y caballeros de los aseos...
Todas estas cosas, unidas a ciertos usos sociales, como la celebración de bodas con coches de caballos para padrinos, damas...atravesando una manifestación en la que se reclama asistencia a los dependientes, ayudas a los parados, lucha contra la corrupción, etc., me recuerda un axioma de Fernando Savater, escrito en otros tiempos, que decía que si alguien pide una hamburguesa cuando está cayendo su avión, este sí es un imbécil.
No sabemos si consideran el descenso de las muertes de mujeres es una razón suficiente para mantener este Ministerio. En Francia casi triplican la cifra, lo que es una vergüenza para el país que hizo la Revolución Francesa. Este hecho les ha hecho volver la mirada hacia nuestro Ministerio de Igualdad y su máxima representante.
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