Rosa Navarro Durán publica una pequeña obra, "Cómo leer un poema" en la Editorial Artiel. Colección Ariel practicum. (1998).
En el capítulo 4,Las personas del poema, informa de que "El yo poético ha sido siempre masculino en nuestra poesía culta. Curiosamente la primera manifestación de lírica en lengua romance en la península - las jarchas -nos ofrece el sentimiento amoroso o el desasosiego en boca de una muchacha. En una de ellas pregunta a su madre sobre cómo actuar; su amigo está en la puerta:
¿Qué fare mamma?
Meu-I-habib est'ad yana
(Blecua, 1972, I:13 )
Meu-I-habib est'ad yana
(Blecua, 1972, I:13 )
Y la voz femenina seguirá presente en la lírica tradicional, como queja de la malmaridada, de la malmonjada o parlamento de doncella o de casada:
Soy garrídica
y vivo penada
por ser malcasada
(Cancionero tradicional, 1991: 159)
Agora que sé de amor,
¿me metéis monja?
¡Ay, Dios que grave cosa!
Agora que sé de amor
de caballero,
¿agora me metéis monja
em el monesterio ?
¡Ay, Dios, que grave cosa!
(Cancionero tradicional, 1991: 27-272)
y vivo penada
por ser malcasada
(Cancionero tradicional, 1991: 159)
Agora que sé de amor,
¿me metéis monja?
¡Ay, Dios que grave cosa!
Agora que sé de amor
de caballero,
¿agora me metéis monja
em el monesterio ?
¡Ay, Dios, que grave cosa!
(Cancionero tradicional, 1991: 27-272)
La más alta cima de nuestra lírica mística, los tres maravillosos poemas de Juan de la Cruz, están puestos en boca del alma,voz femenina...
Este grupo, cuya canción Libertad sin ira tuvo una importancia capital en la transición española a la democracia, adoptó el nombre de Jarcha. Es una lástima, pero hemos olvidado el discurso.
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