divendres, 25 de desembre del 2009

La mujer oriental vista desde Norteamérica





Uno de los mayores muros que se levantan ante el conocimiento de nuestros alumnos es la creencia de que las cosas han sido siempre como ellos las ven. Desconocen los sufrimientos que ha padecido la humanidad en cualquier pequeño progreso para alcanzar el paraiso de las libertades, porque han tenido la suerte de vivir en una zona del mundo que goza de más de sesenta años de paz. La miseria y la guerra son cosa de "otros". Por ello un poco de historia no les vendrá mal.

El cine es la mejor crónica de la historia de los pueblos, una ventana abierta a todo conocimiento, como afirma Chabrol, pero también una generadora de prejuicios difíciles de destruir. Aunque los medios de comunicación de masas nos transmiten una nueva imagen de la mujer en estos lares, aun queda mucha gente desinformada, como se puede observar en las páginas de contactos de internet, que buscan mujeres orientales por considerarlas más sumisas.

Con el fin de observar el tratamiento que el cine norteamericano, cine por excelencia, dió en otros tiempos a las mujeres del lejano oriente hemos seleccionado dos películas extraordinarias: "La casa de té de la luna de agosto" de Daniel Mann y "La casa de Bambú" de Samuel Fuller.

La casa de té de la luna de agosto. Filmaffinity. Director: Daniel Mann. Guión: John Patrick, a partir de su propia obra de teatro de Brodway (1953). Adaptación de la novela de V.Sneider. Ganadora del Premio Pulitzer de Drama y el Premio Tony. Actores principales: Marlon Brando, Glen Ford, Machico Kyo y Paul Ford.

Ambientada en Okinawa, tras la segunda guerra mundial, supone un intento de satirizar la "americanización" de las áreas conquistadas por la primera potencia mundial del mundo contemporáneo.

El capitán Fisby (Glen Ford) hombre tolerante, buenazo y tranquilo es castigado por su jefe, el capitán Purdy ( Paul Ford) y enviado al pueblo de Tobiki con la misión de poner en práctica los planes militares: adoctrinar a los indigenas en las enseñanzas democráticas y construir una escuela en forma de pentágono ( no puede ser más burda la campaña publicitaria puesta en marcha ).

Para favorecer su relación con la gente del pueblo le asigna un hombre de la localidad, Sakini (Marlon Brando) para que haga de intérprete.El actor estuvo más de dos meses preparando su personaje.

Cuando llega a su destino descubre inmediatamente la dificultad de su tarea. En una economía de subsistencia no se puede entender un discurso político occidental, ya que como muy bien habían advertido los estoicos: primum vivere, deinde philosophare (aserto atribuido posteriormente a Hobbes por algunos).

Pero lo más sorprendente y hoy incorrecto politicamente es que al entrar en contacto con una geisha (Machico Kio), que lo orientaliza casi a la fuerza, o sin casi, la gente de la aldea no desea en absoluto una escuela, sino una casa de té, máxima aspiración de los pobres que desean emular las tradiciones y costumbres de los ricos. Hasta ese momento su experiencia había sido vicaria y ellos la querían real.

Las mujeres del pueblo se entusiaman con la idea de aprender las habilidades de las geishas para complacer a sus hombres y sentirse satisfechas. Fisby, hombre fácil de convencer, acaba utilizando los materiales destinados a la escuela para construir esa casa de té que tanto ansían los del lugar.

Para obtener recursos para sus proyectos decide, animado por Sakini, producir, de modo cooperativo,( el único que entiende una economia de subsistencia inmersa en un comunismo primitivo), un bebida aloholica a partir de la patata, que venderá al ejército americano. Enviado un psiquiatra por los mandos inquietos, éste, el capitán McLean (Eddi Albert), se suma a la experiencia con entusiasmo,viste yucata, kimono hecho de algodón, y practica la agricultura orgánica. Cuando el Jefe Purdy se presenta en el lugar y observa sus actuaciones les acusa de comunistas, Fisby le responde que simplemente han emulado a la Cooperativa de Granjeros de Iowa, una de las zonas más tradicionales de los EEUU.

El filme se desenvuelve constantemente en el máximo respeto a los habitantes de la aldea y a sus costumbres, llegando a sacrificar algo tan importante para los occidentales como la educación en pro de una casa de té, símbolo del sometimiento de la mujer. ¿Es esto así?

Reflexiones pedagógicas.

Esta película plantea un problema que hoy se da con gran crudeza y en cuya resolución no existe acuerdo, incluso entre los sectores más progresistas de la sociedad. ¿Se deja a las mujeres actuando como geishas, sirviendo a los hombres con kimono? ¿Deben llevar velo las mujeres musulmanas?

La casa de bambú.Twentieth Century Fox. Director: Sam Fuller. Guionistas: Sam Fuller y Harry Keiner. Reparto: Robert Stack y Robert Ryan.

Edi Spanier ( Robert Stack) llega a Tokio en el momento que se cometen dos asesinatos. Su amigo Webber parece que es acribillado por una banda, organización criminal dirigida por Sandy Dawson (Robert Ryan), por lo que Eddy decide infiltrarse con la ayuda de Mariko, viuda de webber, que se hace pasar por su amante, chica-kimono como las llaman los occidentales. Pero esto,a ella, le traera problemas con su gente, que como pueblo se siente deshonrada cada vez que una de sus hijas se humilla ante un extranjero.

Desde que entran en contacto ella se encarga de hacerle la vida lo más agradable posible. Se comporta de forma extraña para un hombre occidental; cuando quita el biombo que aisla el baño y él está desnudo en una tinaja,él hombre se perturba, y ella asombrada le dice : "¿ Qué sucede? ¿Pasa algo malo? En otra ocasión le dice que las mujeres japonesas han sido educadas para agradar a los hombres desde su infancia. El contesta: ¡Qué estupendo!, y a tí ¿Qué te gusta de los hombres, sus músculos...? Ella contesta: "No las cejas"

Desgraciadamente como hemos dicho antes, aún quedan hombres que en la oscuridad de su caverna confunden las imágenes mil veces grabadas en su cerebro con la realidad. Pero, como decía Einstein, es más dificil destruir un átomo que un prejuicio, ya que los prejuicios son todo un bagaje cultural, que tiene componentes sociales y psicológicos arraigados en lo más profundo de los seres humanos. Para Rusell "gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros, y los inteligentes llenos de dudas"

Reflexiones pedagógicas.

-¿Qué piensas de toda la polémica en torno al hecho de que las mujeres, en cualquier lugar o país, se cubran la cabeza como signo de sumisión?

-Es fácil ver a sacerdotes fumar, beber o comer opíparamente en cualquier película. ¿Sucede lo mismo con las mujeres que han decidido dedicar su vida a su Dios?

-¿Qué es mejor intentar concienciarlas para que actúen como los hombres o respetar sus decisiones.

-Aminatu Haydar,mujer culta, que aparecía en la prensa como una revolucionaria en defensa de los intereses saharauis, llevaba sin embargo la cabeza cubierta con un pañuelo. ¿Qué piensas de esto ?

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