Muchas veces, cuando vemos a dos personas mayores formando una pareja que ha resistido la agresión del tiempo, pensamos que es una estampa bonita, como un renacer de la vida en cada primavera.Pero desgraciadamente otras muchas no es así.
El Diario Levante de Valencia lleva hoy una noticia estremecedora: "Un octogenario mata a golpes a su mujer (...) porque creía que lo quería envenenar". Después de matarla se puso a ver la televisión y no avisó a sus hijos hasta seis horas más tarde. Estaba obsesionado con que ella lo estaba envenenando.
¿Qué se escondía tras una convivencia aparentemente pacífica ? Ultimamente la mujer decía que le hacía sufrir, aunque jamás habló de violencia. El había comenzado a comprar alimentos en establecimiento cercanos porque desconfiaba de ella.
Es posible que el hombre empezara a manifestar síntomas de demencia senil y que nadie fuera capaz de advertirlo. Nuevamente recuerdo la alusión de los hermanos Coen en "No es país para viejos" a que nadie presta atención a los signos que anuncian una tragedia, por muy evidentes que sean.
La muerte de esta mujer eleva el número de víctimas a 52.
Como dice una canción de Juan Manuel Pastor: "Antes de tener miedo a la edad eras mi libertad" . La gente tiene más miedo a las habladurías, que sabe que se producirán y que son otra forma de violencia, que a los riesgos que le acechan, que también son reales.
Noticia del Diario Levante de Valencia. 16 de diciembre de 2009.
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