Ya estamos un poco hartas de dar constantemente este tipo de noticias, y, aunque parecía que la Ley de Igualdad daba sus pequeños frutos, al finalizar el año parece que la tragedia se acelera; anteayer eran 52 las víctimas, hoy 54.
¿ Qué le pasa a esta sociedad? ¿ Por qué un joven de 27 años decide poner fin a su vida y a la de su compañera, de 24 ? No sabemos quién o qué es el responsable de estas tragedias, pero desde todos los sectores de la sociedad se debía hacer grandes esfuerzos por evitar que estos hechos se produzcan. Tras las calles bulliciosas, repletas de gentes que parecen querer hacer felices a los demás, se esconden los peores sentimientos del ser humano, y eso no lo debemos olvidar.
La educación no puede ser el cajón de sastre, sobre todo si tiene la competencia de los grandes medios de comunicación que imponen unos programas plagados de insultos e incluso agresiones, que suben la audiencia (¡qué despropósito! ) y que crean un perfil de hombre-macarra y de mujer agresiva, con fatales consecuencias. No nos cansaremos de denunciarlo; a los educadores nos lo ponen muy dificil.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Gràcies per deixar-nos el teu comentari.