diumenge, 14 de febrer del 2010

Azoteas de esperanza






Son mujeres y protestan a gritos desde una azotea de Teherán contra el gobierno iraní."Plasma el arranque de una gran historia noticiosa y conmovedora; llega directa al corazón". Esta opinión del jurado del World Press Photo, el más famoso concurso de fotoperiodismo, le ha valido el premio este año al italiano Pietro Masturzo. Las cosas no habían ido bien con la policía en la calle, así que el autor se subió a las azoteas. Allí estaba la lucha el pasado junio, tras las elecciones ganadas por el presidente Ahmadineyad. 

La fotografía, captada en ese momento en que el día ya da paso a la noche, muestra a unas mujeres en una azotea durante las pasadas protestas en Teherán. No se trata de un plano corto, sino que las mujeres aparecen inmersas en el paisaje urbano. La imagen no es algo casual, sino que forma parte de una serie sobre el mismo tema, Azoteas de Teherán, toda ella magnífica. Comparto la opinión de muchos fotógrafos que dicen que esta imagen será criticada por los fotógrafos que entienden que el camino para mostrar el sufrimiento humano es la dramatización de la propia imagen, cargándola de unas formas atrevidas y de un contenido obvio como para mover el sentimentalismo del espectador. Pero otros creemos que hace falta menos denuncia y más reflexión. En definitiva, más verdadera fotografía y menos propaganda.


Según José Manuel Navia cualquiera que haya trabajado en países musulmanes, pendiente de su vida cotidiana y no sólo de sus guerras, sabe bien de la importancia de las azoteas al anochecer en la vida de las familias y especialmente de las mujeres, y del espacio de comunicación y libertad que allí se crea - los lectores de Fátima Mernisi ya saben de qué hablo. Es por eso por lo que allí se produjeron las protestas documentadas por Masturzo. El País, sábado, 13 de febrero de 2010. 

Al examinar el lugar que ocupan estas mujeres, la azotea, se confirma su sentimiento de impotencia, su temor a habitar lugares ajenos e incomprensibles. En efecto, refleja que el denominado lugar de la mujer en estos países musulmanes es irracional y extraño. Es más, esta imagen explora la tensión existente entre casa y azotea, la división física entre la mujer que se somete al dictado masculino y la mujer que se revela. En el libro La poética del espacio, Gaston Bachelard dice que para las mujeres la imagen de la casa parecía haberse convertido en nuestro ser más recóndito. Pero para muchas mujeres estas antiguas asociaciones de casa y yo parecen haber fortalecido, sobre todo, la necesidad de protesta. Antiguo, latente, inmundo como las estructuras de la sociedad en la que se encuentra, este papel de mujer aprisionada que se atreve a alzar la voz es una estrategia para poder sobrevivir.


2 comentaris:

  1. Un apunt molt bonic, Sara, i una crítica excel·lent. Crida molt l'atenció la revolta de moltes dones que viuen als països musulmans: cada gest que fan, cada signe de protesta aïllada o en petita comunitat que s'atreveixen a dur endavant és un pas valent que altres dones seguiran malgrat el discurs antioccidental i patriarcal basat interessadament en l'Alcorà. Opine, com tu i com altres crítics: no cal dramatitzar una imatge per sensibilitzar la gent. El drama quotidià dels sotmesos, els explotats, els marginats es pot recrear en imatges amb la metonímia o amb el contrapunt i aconseguir un abast expressiu més gran.
    Esperem més col·laboracions teues tan valuoses com esta.

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  2. Me ha gustado mucho tu escrito y, a pesar de que la situación socio-cultural de la mujer en el mundo musulmán es objeto de frecuentes análisis, que por desgracia no hacemos de otras culturas, quizás porque las conocemos menos y porque las manifestaciones externas de la sumisión son menos evidentes, creo que tu aportación es muy necesaria. Cuando las mujeres de occidentre, en un tiempo no muy lejano, luchaban por sus derechos civiles, muy elementales,cualquier apoyo resultaba poco. Creo que este es el camino para cambiar las condiciones de uno de los grupos sociales, junto con los niños, que está en grave peligro de retroceder a situaciones cercanas a la esclavitud.No es exagerado decir, junto con Emma Thomsom, que en demasiados casos se está produciendo una auténtica servidumbre, como en el desempeño de la prostitución.

    Me alegra que jóvenes como tú tengáis vuestra cabeza tan bien amueblada. Cuidado, que te pasas a la "Escuela del Resentimiento". Ya sabes: mujeres, niños pobres, negros...

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